Las personas de mediana edad que obtienen alrededor de la mitad de sus calorías diarias de los hidratos de carbono viven varios años más de media que quienes siguen dietas con mucha carne y bajas en carbohidratos, según un estudio publicado este viernes.

Los resultados de la investigación, publicados en la revista médica The Lancet, ponen en duda la moda de las dietas “paleo”, una tendencia en Europa y Norteamérica, que evitan los hidratos de carbono en beneficio de las proteínas y grasas animales.

Los defensores de estas dietas de la “Edad de Piedra” sostienen que el rápido cambio, hace 10.000 años con la aparición de la agricultura, a los granos, los lácteos y las legumbres no dejó suficiente tiempo al cuerpo humano para adaptarse a estos alimentos altos en hidratos de carbono. Una dieta que sigue un estilo similar, es el llamado “Método Grez”.

Según el estudio, un régimen bajo en hidratos de carbono es aquel en el que estos proporcionan menos del 40% del total de energía, aunque muchas dietas de este tipo reducen esa proporción a 20% o menos.

En el polo opuesto, un porcentaje igual o superior al 70% de energía procedente de los hidratos de carbono -pasta, arroz, bebidas azucaradas- también puede reducir la longevidad, pero mucho menos, según los científicos.

“Las dietas bajas en hidratos de carbono que los sustituyen por proteínas o grasas cada vez son más populares como estrategia saludable o de pérdida de peso”, señala la principal autora, Sara Seidelmann, investigadora en el Brigham and Women’s Hospital de Boston.

“Sin embargo, nuestros datos sugieren que una dieta basada en los productos animales y baja en carbohidratos puede estar asociada a una esperanza de vida más corta y no deberían incentivarse”.

Seidelmann y sus compañeros analizaron los historiales médicos de unas 15.500 personas que tenían entre 45 y 64 años cuando comenzaron una encuesta sobre salud –entre 1987 y 1989– en cuatro puntos diferentes de Estados Unidos.

Los participantes rellenaron unos detallados cuestionarios sobre sus hábitos alimenticios. A lo largo de 25 años, más de 6.000 de ellos habían muerto.

Los hombres y mujeres que obtenían entre 50% y 55% de sus calorías de los hidratos de carbono vivieron una media de cuatro años más que quienes seguían dietas bajas en hidratos, y un año más que los que mantenían regímenes altos en hidratos.