Existen muchas razones para evitar las comidas altas en grasas saturadas que se relacionan con la salud física del cuerpo, desde el control del peso a posibles problemas cardio-vasculares.

Pero ahora un nuevo estudio indica que podrían haber problemas psicológicos asociados a este tipo de comidas también.

La investigación, la cual fue publicada en el journal de la Universidad Loma Linda de California, afirma que la dieta de un individuo tiene un impacto considerable en el desarrollo del cerebro, en particular, los lugares relacionados con el manejo del estrés.

“Este descubrimiento afirma la teoría de que las decisiones de vida hechas durante tu adolescencia – incluso las más simples como tu dieta – pueden tener una gran diferencia en tu habilidad para superar los retos de cada día”, afirmó el Dr. Johnny Figueroa, profesor asistente de la universidad y parte de la investigación.

Pexels (CC0)
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El punto más impactante del estudio sugiere que en casos extremos, las personas con dietas particularmente desbalanceadas pueden presentar síntomas similares al trastorno de estrés postraumático, teniendo extremas dificultades para lidiar con ciertas situaciones.

El estudio utilizó un grupo de ratones en etapa de desarrollo, por lo cual todavía se debe confirmar si estos resultados pueden ser replicados en seres humanos.

Estos resultados podrían también abrir las puertas a nuevos descubrimientos relacionados a la influencia que tiene nuestra dieta sobre otras partes de nuestro cerebro, como la relacionada con la memoria y habilidades cognitivas.