Cada 4 de septiembre y desde 2015, se celebra en nuestro país el Día del Vino Chileno o Día Nacional del Vino.

El motivo se relaciona con que en esa fecha en 1545, Pedro de Valdivia le pidió al Rey Carlos V de España “vides y vinos para evangelizar Chile”.

Tras esa petición al viejo continente, se estima que llegaron las primeras parras a la entonces Capitanía General de Chile. De ese modo inició la tradición que en el futuro se transformaría en una de las principales actividades económicas del país.

Cabe destacar que el consumo moderado de vino es beneficioso para la salud. Diversos estudios lo han demostrado, destacando que sus propiedades pueden ser un gran aliado para combatir el envejecimiento. Asimismo, puede impactar en la prevención de algunos tipos de cáncer.

Beneficios del consumo moderado de vino

Un estudio de la Escuela Médica de Harvard, aseguró que el resveratrol, molécula que se obtiene de la uva, retrasa el envejecimiento.

“El consumo regular justamente se refiere a 100-150 cc de vino tinto al día, 5 veces por semana para obtener los resultados“, explica Florángel Mendieta, directora de la carrera de Nutrición y Dietética, de la Universidad Bernardo O´Higgins.

Idealmente el vino debe ser consumido acompañado de alimentos, “es decir al almuerzo o cena para endentecer su absorción”, complementa la especialista.

Antioxidante único y libera endorfinas

Científicos aseguran que el consumo moderado de vino promueve la generación de polifenoles o sustancias fenológicas, como los ácidos fenólicos y los flavonoides, con gran capacidad antioxidante, incluso por encima de las vitaminas E y C.

Por otra parte, un reciente estudio de la Universidad de California, reveló que disfrutar de una copa de vino, libera endorfinas en nuestro organismo, generando sensación de bienestar, placer, euforia y felicidad.

Pexels

Impide la formación de nuevas células grasas

Científicos del King’s College de Londres, descubrieron que quienes bebían vino tinto, tenían un mayor impacto positivo en la salud intestinal, presentando niveles más bajos de obesidad y colesterol “malo”.

El vino también es reconocido por activar un gen que impide la formación de nuevas células grasas, según destaca un estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). A eso se suma que permite estimular las células grasas presentes y depurarlas para eliminarlas de a poco.

“Potencialmente beber una copa de vino tinto cada dos semanas es suficiente para tener el efecto beneficioso, lo cual es un mensaje bastante bueno, porque obviamente el alcohol sigue siendo malo para nosotros”, precisó Caroline Le Roy, autora principal del estudio.

“Importante es destacar que su consumo debe ser responsable y no está recomendado en menores de edad, embarazadas, personas con ciertas patologías hepáticas, al páncreas, renales e insuficiencia cardíaca. Tampoco se debe mezclar con fármacos antidepresivos”, advierte Mendieta finalmente.