Originario del sur de Asia, el jengibre es una planta aromática que ha sido objeto de estudio durante siglos, debido a sus múltiples beneficios.

Si bien es comercializada como raíz de jengibre, la parte que se utiliza de la planta es en realidad el rizoma (tallo subterráneo), a la cual se le retira la cobertura externa, similar a una corteza.

A lo largo de la historia, el jengibre ha sido utilizado para tratar diferentes enfermedades, tanto en la medicina tradicional como en la alternativa. Ayudar a la digestión, reducir las náuseas y luchar contra la gripe, así como el resfriado común, son solo algunas de sus propiedades.

El uso actual que conocemos del jengibre, data de 1982, cuando una investigación del científico Daniel B.Mowrey, demostró que las cápsulas rellenas de jengibre redujeron sus náuseas durante un episodio de gripe.

Asimismo, esta raíz podría utilizarse para aliviar los mareos y los vómitos después de una operación y en los pacientes con cáncer que se someten a quimioterapia.

De igual manera, un estudio publicado en la Nutrition Journal, destaca las propiedades antiinflamatorios y analgésicas del jengibre, por lo que lo hace perfecto contra la artritis.

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¿Tiene contraindicaciones?

Marco Urra S., Nutricionista diplomado en Nutrición Deportiva de la Universidad San Sebastián, se refirió a las contraindicaciones del consumo de jengibre en entrevista con BioBioChile.

“Hasta el momento no hay mucha evidencia científica que demuestre algún tipo de contraindicación para patologías como la hipertensión o la diabetes. De hecho ha ayudado en la mejoría de los niveles séricos, inflamatorios y oxidativos en el organismo“, detalla el especialista.

Incluso, un estudio de la Universidad de Ciencias Médicas, publicado por el Centro Nacional para la Información Biotecnológica, demuestra que algunas personas con diabetes pueden regular sus niveles de glucosa en la sangre gracias al consumo de jengibre. Asimismo destaca la mejora en la sensibilidad de la insulina en el cuerpo.

Una investigación del Centro Médico de la Universidad de Maryland, no encontró evidencia suficiente para demostrar que el jengibre interactúe con otros medicamentos. No obstante, se ha planteado la preocupación de que podría afectar en el consumo de anticoagulantes.

Cabe señalar que en algunas personas, su consumo puede tener efectos secundarios leves, como molestias abdominales, acidez estomacal, diarrea y gases.

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Cómo consumirlo

Debido a sus variados formatos, (seco, en polvo, aceite o zumo), el jengibre puede utilizarse en diferentes platos y preparaciones.

“Se puede consumir en galletas caseras, infusiones, aguas saborizadas, ensaladas, como condimentos para aliñar ensaladas, salsas, cremas etc”, complementa el nutricionista.

Para la mayoría de los propósitos, la dosis convencional de polvo de jengibre es de 1 a 4 g diarios, divididos en 2 a 4 dosis al día.