El sudor y el olor corporal son propiedades fisiológicas del ser humano; son normales y particulares de cada especie o de cada persona. Muchas veces están supeditados por la etnia, raza, cultura y la alimentación.

En entrevista con Página 7, Beatriz Arteaga, directora de la Escuela técnico nivel superior de Enfermería, de la Universidad de Las Américas, comentó que “es importante destacar que el sudor tiene funciones en el organismo, por ejemplo, es una vía de eliminación de toxinas, mantiene el PH corporal, hidrata la piel y produce termoregulación”.

La profesional explicó que “el sudor está compuesto principalmente por agua, es una solución hipotónica, inodora, incolora, que tiene también en su componente electrolitos y algunas sustancias orgánicas que, al ser expulsadas a la superficie corporal y estar en contacto con la piel, dada la degradación que se produce en estas moléculas por la flora bacteriana que está en la epidermis, generan compuestos de amoníacos, aminas, indol, derivados sulfhídricos y algunos ácidos que son percibidos por receptores olfativos como olores desagradables”.

“Por supuesto, estos se exacerban con el consumo de algunos alimentos que tienen en exceso especias, ajo o cebolla. Es importante entonces, dicho todo esto, que el sudor y olor son una condición fisiológica del ser humano”, añadió.

Qué considerar al elegir un desodorante

“Para elegir correctamente el desodorante es necesario tomar en consideración la edad. Las edades extremas se recomienda que usen desodorantes y no antisudorales”, comentó Beatriz Arteaga.

La especialista especificó que “a las edades extremas me refiero a menores de edad, a niños. Los escolares comienzan el uso en la etapa pre-adolescente. Y en adultos mayores, porque la piel es más seca y está más deteriorada o envejecida”.

También es importante considerar, según explicó la enfermera, las lesiones de la piel o sus características. Para pieles lesionadas, heridas o más sensibles, se recomienda la utilización de preparados hipoalergénicos, es decir, que generen la menor reacción en la dermis.

A su vez, hay que considerar la actividad física de cada persona. “Las que tienen mayor actividad, que tienen que trabajar fuera de la casa o tienen actividad deportiva, van a necesitar un antisudoral o antitranspirante, más que un desodorante propiamente tal”.

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Cómo funcionan los desodorantes y antitranspirantes y sus diferencias

“Existen diferencias. Desodorantes son principalmente productos dermocosméticos que mejoran el olor de la sudoración, es decir, obstaculizan el olor a través de perfumes o a través de componentes que neutralizan los compuestos que emanan del sudor”, explicó la profesional de UDLA.

En tanto, detalló que los antisudorales “inhiben la formación del sudor a través de sales de aluminio, que se sitúan en las entradas de los conductos de las glándulas sudoríparas, lo que afecta la producción propiamente tal. Por lo tanto, se destaca que el desodorante no inhibe la formación del sudor, sino que enmascara el olor. El antitranspirante sí lo hace”.

A qué hora aplicarlo

La especialista comentó que la mejor hora para usarlo es en la noche, al acostarnos. “De esta forma el compuesto penetra de mejor forma en la glándula y hace su función durante la noche, evitando durante el día la sudoración excesiva de la glándula. En el caso de los deportistas, se recomienda un antisudoral, más que un desodorante”.