De acuerdo a los especialistas, ventilar la casa es clave, ya que cuida la salud y complementa la limpieza. Por eso, es importante hacerlo todos los días y en todos los lugares del hogar donde hayan ventanas.

Y en tiempos del COVID-19 -aunque no esté comprobado que la ventilación sea efectiva para eliminar el virus- sin duda ayudará a mantener más limpio el hogar.

“La ventilación de la casa es siempre oportuna. Lo ideal es hacerlo por la mañana y entre dos ventanas para crear una cierta corriente de aire y lo ideal es que por una de las ventanas entre el sol“, explicó al medio español ABC el médico Xavier Xercavins.

En el año 1982 la OMS definió la mala ventilación del hogar como el “Síndrome del Edificio Enfermo” (SEE), el que genera un “conjunto de molestias y enfermedades originadas o estimuladas por la mala ventilación”.

La doctora Gema García, jefa de alergología del Hospital Universitario de Sanitas La Moraleja (España), explicó que este síndrome de la mala ventilación puede provocar:

• Irritación de ojos, nariz y garganta.
• Sequedad en la piel y mucosas; eritema cutáneo.
• Fatiga mental, somnolencia, cefaleas y vértigos.
• Mayor incidencia de infecciones de vías respiratorias altas; dificultad respiratoria, jadeo, ronquera, asma, tos, disfonía,
• Alteraciones del gusto y del olfato, y náuseas.

Por ello, entregó una serie de recomendaciones de cómo y cuándo ventilar cada lugar de la casa, y que se detallan a continuación: 

Pixinio (CC)

La cocina:

La experta aconsejó que mientras se cocina hay que abrir las ventanas.

“Aparte de un tema ‘higiénico’, para que no se llene de olores el resto de la casa, debemos abrirla para evitar los vapores de cocinado“, indicó García. La combinación de vapor y calor es “un caldo de cultivo estupendo para gérmenes”, incluso algunos alérgicos a alimentos pueden presentar síntomas en la piel o respiratorios con dichos vapores.

El dormitorio:

Lo ideal es ventilar al levantarse por la mañana, así se renovará “el aire acumulado durante las horas de sueño” y se impedirá tanta acumulación de ácaros en la habitación.

La sala de estar, cuartos de estudio y juegos:

Al igual que el dormitorio, es esencial hacerlo durante la mañana.

“Si no lo hacemos, el aumento de aire espirado favorece la somnolencia (…) lo que podemos asociar a síntomas de cefalea o dificultad de concentración”, indicó García.

El baño:

La doctora aconsejó dejar abierta la ventana durante o después de la ducha -según la estación del año- para así evitar la acumulación de moho y hongos.

En caso de no tener ventana, “al terminar el baño, debemos abrir la puerta y dejarla así durante un largo período, y si la ducha o bañera tiene mampara completa, también la dejaremos abierta”, apuntó.