Durante el último período, las dietas en ayuno de forma intermitente se han vuelto muy populares por tener efectos rápidos en la pérdida de peso corporal y en la mejora de algunos marcadores metabólicos como la resistencia a la insulina.

Sin embargo, es necesario saber que este tipo de dietas no son aplicables para toda la población, debido a la necesidad de nutrientes para el cuerpo.

La restricción calórica si se realiza de manera saludable posee efectos positivos, todo va a depender del estilo de vida de cada individuo, por eso, es importante que a la hora de realizar una dieta sea mediante un asesoramiento por un especialista de la nutrición.

La nutricionista de Daily Foods, empresa de alimentación saludable, María Fernanda Jara, explica: “En la etapa escolar tomar un buen desayuno es necesario para tener un adecuado desarrollo y crecimiento de los niños, mejorar su rendimiento físico, mantención de un buen estado de salud, mejora del rendimiento académico, entre otros beneficios”.

Según la especialista, la necesidad de evitar saltarse las comidas tiene que ver con la sensación de hambre que puede ocasionar sobre algunas personas y cómo estas reaccionan frente a la alimentación luego de un período de ayuno superior a las 3 ó 4 horas. Esto quiere decir que algunas personas pueden llegar a una sensación de hambre mayor a la siguiente comida, lo que se traduce en un aumento de peso o ingesta de alimentos que no necesariamente requiere el cuerpo.

Una de las prácticas más habituales es saltarse el desayuno por falta de tiempo, siendo una de las comidas más necesarias para el desarrollo energético durante el día.

“El hecho de omitir una comida puede llevar a una persona a tomar malas decisiones en su alimentación. Por ejemplo, una persona que decidió no tomar desayuno es más propensa a comer una colación o snack con alto contenido de calorías y otros nutrientes críticos asociados al aumento de peso y desarrollo de enfermedades crónicas”, afirma la nutricionista.

La recomendación de fraccionamiento de la ingesta diaria es de 3 a 4 comidas principales, más colaciones de bajo contenido energético, evitando los azúcares y grasas dañinas para el cuerpo. Lo importante es incluir una alimentación saludable y balanceada, prefiriendo productos más naturales con menor grado de proceso industrial.