El líder norcoreano, Kim Jong Un, pidió a Seúl que demoliera edificios de un complejo turístico construido por una empresa surcoreana, indicó la agencia oficial norcoreana KCNA, en momentos en que las relaciones entre los dos Estados están enfriándose.

El complejo situado en la estación de montaña del monte Kumgang, cerca de la frontera intercoreana, fue construido por Hyundai Asai, filial del grupo surcoreano Hyundai, para atraer a turistas surcoreanos.

Pero el proyecto turístico se vino abajo cuando en 2008 un soldado norcoreano disparó contra una turista surcoreana que se había perdido.

Kim Jong Un, que acudió al lugar con su esposa Ri Sol Ju, calificó las construcciones del lugar de “miserables”, un “caos” sin “identidad nacional”, según KCNA.

Por ello ordenó la destrucción de “todas las instalaciones feas” para “construir, a nuestra manera, nuevas instalaciones más modernas”.

Este complejo es unos de los dos principales proyectos intercoreanos, junto al complejo industrial de Kaesong, cerrado desde 2016.