Aunque los chilenos no estamos acostumbrados a comer en hoteles, hacerlo en uno de cinco estrellas siempre es una experiencia.
Es que las estrellas no llegan gratis, y el encargado de mantenerlas es Áxel Manríquez, uno de los chef referencia de la cocina chilena principalmente por eso: se ha encargado de darle a la cocina nacional el papel de mantel largo. Y vaya que lo ha hecho bien.
Por eso, su cocina siempre es bien apreciada. Pero una cosa es saber que se come bien y otra distinta es ir a comer bien.
Y eso es lo que pasa: aunque el hotel queda en pleno centro de Santiago, prácticamente a la salida del Metro Universidad de Chile, es poco el flujo que llega al lugar. Sobre todo, en comparación con otros lugares con cocinas menos entrenadas que están, por ejemplo, en el Barrio Lastarria, a unos 10 minutos a pie del Plaza.
Y los precios son similares.
Por ejemplo, por estos días estuvieron celebrando una Semana Patagónica, en donde en modelo Buffet podías comer preparaciones especiales del chef, con ingredientes de pequeños productores (muchos exclusivos) por sólo $26.900 sin bebestibles.
Y vaya que lo vale.
Acá, la segunda vez que fuimos, probamos desde sopaipillas hasta salmón en distintas preparaciones, pasando por postres con calafate o una selección de quesos.
Pero no se equivoque: todos los días hay un buffet en el Bristol, el que termina acompañado por un plato de fondo y un postre a elección del chef.
El fondo es supervisado directamente por Manríquez, por lo que la calidad y la temperatura está muy cerca de la perfección. Porque hay que ser justos, hay preparaciones que se pierden en el servicio a libre demanda.
De fondo mi recomendación es el Estofado de Guanaco cocido con champiñones al tomate y acompañado de un suave puré de zapallo rosado y vegetales salteados, todo de manera especial para bajarle el sabor particular a hierbas que tiene el guanaco bien alimentado y realzar las bondades de su carne.
También tienen platos a la carta, en donde una buena opción son los Spaghettis con carne de novillo, alcachofas y queso parmesano ($9.500), que bien maridados son una delicia servida a punto y que se come fácil.
Si los pescados son lo suyo, le recomiendo la trucha arcoíris dorada con harina tostada y salsa norma a la crema acompañada de chancao de papas con habas y almejas ($14.500), un plato único con intensidades y sabores que me hicieron recordar una trucha que comí hace ya varios años en el altipano.
Claro, allá estaba como a 4 mil metros de altura y los gustos distorsionados por el frío y la brisa del Titicaca.
Acá eso se recreó sólo con ingredientes, lo que habla muy bien de la cocina y de la prueba y error que tiene como método este chef. Porque una cosa es tener una receta y otra distinta el probarla y mejorarla.
Para septiembre preparan una semana de todo Chile, en donde el buffet tendrá varias de las mejores preparaciones nacionales. Para estar atento.
Muy recomendado.
Para escribir esta reseña visité de manera anónima una vez el local; y otra vez con invitación y muestra de productos junto al chef ejecutivo del restaurant.
Bristol. Hotel Plaza San Francisco, Av. Libertador Bernardo O´Higgins 816, Santiago, Región Metropolitana. Tiene estacionamientos pagados. Reservas al +5622360 4530
Por Mario Riveros M. @mario_riverosm
