Si hoy me preguntaran cuáles son los mejores restaurantes de Santiago, me inclinaría con fuerza a nombrar a La Brasserie de Franck & Héctor en el listado. Eso a pesar de que no lleva más de cuatro meses abierto en el recién inaugurado Galería CV, de Vitacura esquina Alonso de Córdova.

Y aunque en otro caso diría que es entusiasmo y apuro, el mismo que llevó a que se criticara tanto al Círculo de Cronistas Gastronómicos por elegir a un restaurant recién abierto como el mejor del año pasado, este caso es diferente. Y harto

Por un lado, su chef es Franck Dieudonné, un francés quien ha sido premiado varias veces como el mejor del oficio en Chile, y que además ha sido reconocido por su labor en el Ópera Catedral de Merced. Antes, además, estuvo en Le Citrón de Anibal Pinto, de Concepción, uno de los pocos locales penquistas con seis tenedores en el Wikén.

Por el otro, su sommelier es don Héctor Vergara, el único máster sommelier Latinoamericano, socio de El Mundo de El Vino y fundador de la Escuela de Sommeliers de nuestro país.

¿Qué podría salir mal con estos dos socios a cargo del local?

Bueno, yo diría que nada. O al menos nada que yo haya podido ver.

Mario Riveros | BBCL
Mario Riveros | BBCL

El lugar es amplio y está muy bien decorado, la música es realmente ecléctica, pero nunca está a un volumen que moleste y, a diferencia de El Baco, otro francés de buen nivel, su relación precio-calidad es mucho más ajustada y, lo que no es poco, su servicio es mucho más atento, experimentado y amable.

Acá, eso de estar atendido por sus propios dueños es un valor que se ve desde el primer momento.

Los platos dependen del gusto. Para mi el mejor, por lejos, es el Risotto de champiñón trufado ($10.500), que cada vez que lo he pedido ha llegado perfecto.

Un plato para sorprender es el Vol au vent de cola de buey forestière ($9.500), que además es una preparación que yo diría que no se encuentra en ningún otro local en nuestro país. Este plato es rico y sorprende sobre todo por cómó está servido: dentro de una especie de croissant y coronado por un champiñón esculpido a mano.

Mario Riveros | BBCL
Mario Riveros | BBCL

El tatin de ratatouille con huevo a baja temperatura ($9.500) es otro clásico de la cocina gala, pero que yo pediría en otro local. Digo, para aprovechar la buena cocina hay que pedir cosas más exótica, y este plato no sale de lo común, al menos desde mi punto de vista. Si va a pedir algo clásico, le recomiendo el Bourguignon al vino tinto con champiñón, tocino y papa ($10.500), una delicia contundente que le saca varios cuerpos de ventaja a la preparación similar de El Castillo Forestal, el francés de Bellas Artes.

De postre, reduzca sus opciones al Tarta tatin con crema de almendras y mouse de manzana asada ($5.500) o el Namelaka de chocolate caribe, ganache montada de bahibe sablé de cacao y caramelo salado ($6.000).

A la hora de almuerzo se puede llegar y encontrar mesa, pero de noche lo recomendable es hacer reserva, porque el local se llena.

Y su éxito tiene mucho que ver con su estupenda performance: porque acá, aunque la ubicación asegura tráfico, los buenos resultados hay que trabajarlos.

De hecho, Étnika, primo hermano de Étniko, y uno de los cinco restaurantes de Galería CV, ya cerró sus puertas, las que había abierto solo unos meses atrás. Falta de público y una carta un poco confusa, conspiraron en su contra, pero es que luchar contra La Picantería, Lolita Jones y La Brasserie no es cosa fácil.

Se viene, eso sí, la Dicha, al lado de La Braserrie, la apuesta de los banqueteros Francesca Margozzini y Pablo Bagnara, algo parecido a lo que está haciendo Sharon Grossman en el Hotel Ladera, en Providencia, pero más establecido.

Habrá que ver cómo les va, porque una cosa es hacer eventos y otra distinta mantener una carta y un estilo a lo largo del tiempo.

Volviendo a La Brasserie, la recomendación es a ir y volver. Siempre hay una ocasión por la que valga la pena visitar este local. Un hallazgo de esos que no hay que dejar ir.

Y si quiere algo distinto pregunte por las “cenas especiales”, que son preparaciones privadas que preparan algunos días del mes solo porque les gusta cocinar. Yo fui a una en donde el plato principal era un Filete Wellington, una preparación impresionante y exquisita, servida a punto.

Mario Riveros | BBCL
Mario Riveros | BBCL

Aquí, eso sí, somos los comensales los que esperamos la comida, y no al revés.

Muy recomendado.

Mario Riveros M.
@mario_riverosm

Para escribir esta reseña visité tres veces el local, a lo que se suman otras dos invitaciones del local.

La Brasserie de Franck & Héctor. Alonso de Córdova 4355, local 303, Vitacura. Tiene estacionamientos dentro del edificio en que se ubica y también en la calle, todos son pagados. Reservas al +56 2 3323 4300