VER RESUMEN

Resumen generado con Inteligencia Artificial y revisado por el autor de este artículo.
Herramienta desarrollada por BioBioChile

El otoño en Aysén Patagonia despliega un espectáculo natural de colores vibrantes entre marzo y mayo, convirtiendo la región en un lienzo de tonos rojizos, naranjas y dorados que pintan sus bosques y montañas. Viajar en esta temporada permite disfrutar de la tranquilidad, naturaleza y cultura, con menos multitudes y la oportunidad de explorar la Carretera Austral, lagos, ríos y glaciares. La gastronomía local se viste de temporada con productos frescos, y es una oportunidad única para conectar con lo esencial. Consultar a operadores turísticos registrados en Sernatur garantiza disfrutar al máximo de esta experiencia. En un recorrido por Coyhaique y Puerto Aysén, se puede disfrutar de paisajes impactantes y actividades como canopy, avistamiento de aves y senderos inclusivos. La Carretera Austral ofrece paisajes cambiantes con bosques otoñales y la posibilidad de visitar lugares como el Parque Nacional Cerro Castillo y la Villa Cerro Castillo. Puerto Aysén y sus alrededores, con el Puente Colgante Presidente Ibáñez y el Lago General Carrera, completan un viaje que invita a explorar los paisajes únicos de Aysén Patagonia en otoño.

El otoño en Aysén Patagonia, es un espectáculo natural que transforma cada rincón en una paleta de colores vibrantes. Entre marzo y mayo, la región despliega sus paisajes únicos con tonos rojizos, naranjas y dorados que pintan los bosques nativos y montañas, creando postales dignas de admirar.

Viajar a Aysén Patagonia en esa época del año es una experiencia que combina tranquilidad, naturaleza y cultura. Las multitudes del verano han disminuido, lo que permite disfrutar de senderos, lagos y glaciares. Además, la frescura del aire otoñal permite reconectarse con lo esencial mientras exploras destinos como la Carretera Austral, sus parques, glaciares, ríos y lagos.

La gastronomía local también se viste de temporada, con platos típicos elaborados con productos frescos de la región, que se pueden acompañar con un mate caliente o un vino patagónico frente a una acogedora chimenea.

Lo anterior se convierte en una oportunidad para descubrir Aysén Patagonia en otoño. Para eso, se puede consultar a los operadores turísticos registrados en Sernatur, así podrás disfrutar al máximo esta temporada.

Aysén Patagonia en otoño

En el corazón de Aysén Patagonia se pueden recorrer dos de sus principales ciudades. Coyhaique, la capital regional, y Puerto Aysén, la histórica capital de la región. Estas se separan por 67 kms, a través de la ruta 240.

El trayecto entre ambas ciudades ofrece paisajes entre la cordillera de los Andes y los fiordos que se extienden hacia el océano Pacífico. Eso transforma el otoño en un espectáculo de colores y experiencias.

El recorrido se puede iniciar en la Reserva Nacional Coyhaique, donde los senderos se internan en bosques de lenga y coigüe adornados con los colores del otoño. Desde los miradores se pueden contemplar las vistas de Coyhaique y sus valles.

En dicha ciudad se puede encontrar el columpio más extremo de la zona, donde igualmente se realiza canopy. Otra actividad es realizar el circuito de la laguna Verde, con su sendero inclusivo junto a la pasarela flotante sobre la laguna. A su vez, es posible avistar carpinteros como el Carpintero Negro, Carpinterito y Pitio, además de loro Cachaña que se avista más en otoño.

Un viaje por la Carretera Austral

Luego de eso, se puede realizar un viaje por la Carretera Austral desde Coyhaique hasta el Parque Nacional Cerro Castillo. Este trayecto se caracteriza por paisajes cambiantes, con bosques que se tiñen de dorado y cobre.

Esto entrega la oportunidad de contemplar la naturaleza en su estado más puro. El viaje puede finalizar la Villa Cerro Castillo, y continuar hacia el Museo Escuela y realizar el sendero del Alero de las Manos. Ese recorrido invita a fotógrafos, aventureros y amantes de la naturaleza, ofreciendo panorámicas increíbles.

Tras eso, se puede regresar a Coyhaique y dirigirse a Puerto Aysén para un paseo por el Puente Colgante Presidente Ibáñez en Puerto Aysén, un ícono de la ciudad. Caminar por ahí en otoño regala vistas de las aguas turquesas del río Aysén, flanqueado por bosques teñidos de colores otoñales.

Por otra parte, el Lago General Carrera es el segundo más grande de Sudamérica, comparte sus aguas con Argentina en el Lago Buenos Aires. Su desembocadura en el Lago Bertrand da origen al Río Baker, un atractivo turístico.

En el sector oeste destacan las Capillas y Cavernas de Mármol, accesibles desde Puerto Río Tranquilo, Bahía Murta y Puerto Sánchez. Cercanos están glaciares como Ventisquero Leones, Glaciar Exploradores y Laguna San Rafael.

En la ribera norte, Puerto Ingeniero Ibáñez se encuentra a 100 km de Coyhaique, mientras que al sur, Chile Chico ofrece un microclima único, Bahía Jara y la Reserva Nacional Jeinimeni para turismo aventura. Otros imperdibles son la Cascada Los Maquis en el Paso Las Llaves y Puerto Bertrand, ideal para pesca, kayak y rafting en el caudaloso Río Baker. Este territorio se conoce turísticamente como la Provincia de Los Glaciares.

La Patagonia sur de la Región de Aysén ofrece paisajes con campos de hielo, montañas, lagos y bosques, junto a la cultura local. Ahí resaltan tres localidades como base para excursiones. Se tratan de Cochrane, que se encuentra cercana a la Reserva Nacional Lago Cochrane o Tamango, el Parque Patagonia y el Glaciar Calluqueo en el Monte San Lorenzo.

La otra localidad es la Caleta Tortel, que es famosa por sus pasarelas de ciprés y accesos a la Isla de los Muertos, el glaciar Steffen en Campo de Hielo Norte y el glaciar Jorge Montt en Campo de Hielo Sur.

En tercer lugar, está el punto final de la Carretera Austral, la Villa O’Higgins, con senderos que recorren los lagos Cisnes y Ciervo, el río Mayer y glaciares como Mosco y Tigre. Además, el Lago O’Higgins, el más profundo de América, alberga el majestuoso Glaciar O’Higgins.

Con todo lo anterior, Aysén Patagonia es un destino donde se pueden explorar sus paisajes, vivir experiencias únicas y conectarse con la naturaleza en cualquier época del año. Para tener un viaje seguro, se puede planificar la aventura y siempre elegir servicios turísticos registrados en Sernatur, ya que garantizan calidad, seguridad y compromiso con el entorno local.