Todo comenzó cuando Dale Dickerson, un concejal de Olive Branch (Misisipi, Estados Unidos) encargó un regalo de Navidad para su esposa, Sherry. El hombre pretendía sorprenderla así que pidió a la joyería Jewerly Unlimited una pulsera de diamantes que costaba 2 mil dólares (cerca de 1 millón 400 mil pesos).
Para su propia sorpresa, cuando recibió la caja con la joya, notó que pesaba más de lo normal: al abrirla, se encontró con decenas de brazaletes de diamantes sin ningún tipo de documento o boleta, según explicó el canal local Memphis.
Al contarlas, se percató que se trataba de 48 pulseras de diamantes, idénticas a la que había encargado, correspondiente a un valor de 96 mil dólares (o sea, más de 67 millones de pesos chilenos).
“Me quedé allí y los miré fijamente por varios segundos porque no sabía qué hacer, literalmente los vi y me quedé estupefacto”, contó. En tanto, su esposa admitió que pensó que era una broma.
Cuando logró calmarse, Dickerson llamó a Jewerly Unlimited, con sede en Atlanta (Georgia) y explicó la situación con intención de devolverle los artículos. “Me contestó un gerente y me di cuenta de que tenía mucho pánico en la voz”, relató el concejal al medio ante la terrible equivocación de la empresa.
“No sé si se produjo una confusión con el inventario o si fue algún tipo de actividad ilegal y se lo enviarían a alguien, y lo pusieron en la caja equivocada”, dijo.
El hombre devolvió las piezas y, a cambio, la joyería no sólo le escribió una carta de agradecimiento por su honestidad, sino que también le obsequió unos pequeños aros de diamantes para su esposa.
En tanto, la firma no ha dado un comunicado oficial ante la situación.
