Todo comenzó cuando Sharon Jenson, una dueña de casa de 44 años, se encontraba pedaleando por la ciclovía de la parte alta de la calle Kingston en Londres (Inglaterra). En ese lugar, la mujer sufrió un asalto que terminó con el robo de su costosa bicicleta de casi 700 mil pesos.

Como cualquier persona que enfrenta un robo, Jenson denunció el caso a la policía local quienes no pudieron ofrecerle ayuda, según contó al diario británico DailyMail. A pesar de la negativa, comenzó a buscar en páginas de ventas de bicicleta en Internet hasta que la encontró publicada cinco días después del ilícito.

Aunque el “vendedor” borró la publicación, la mujer sacó capturas y las llevó a la policía. Estos le dijeron que “faltaban pruebas”, motivo que la impulsó a seguir buscando. Es así como cuatro días después encontró su bicicleta en Gumtree, un sitio para anuncios: ahí aparecía su nombre, teléfono y dirección.

Sharron Jenson
Sharon Jenson
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“La policía me dijo que me contactara con el anunciante, pero que no fuera yo sola a verle. Me dijeron que lo retrasara todo lo posible y se lo dijera a ellos, y verían si tenían a alguien para que fuera conmigo a recuperarla”, expresó. Sin embargo, las autoridades insistieron en que las pruebas no eran suficientes y cerraron el caso. “Me hizo darme cuenta lo mal que está aquí la policía”, apreció.

Con estos datos en su poder, Sharon Jenson decidió hacer justicia “con sus propias manos”. La ama de casa compró un chip para su teléfono y contactó al ladrón, simulando ser una clienta. El vendedor tenía publicada la bicicleta a 400 mil pesos y ella, en su papel de compradora, le ofreció un poco menos para convencerlo de su intención y juntarse para probar el producto.

“Quedamos en juntarnos en un sitio público y fuimos caminando hasta su casa. Me pidió varias veces que entrara, pero le dije que no”, dijo y recordó: “Estaba muy asustada”. “Pensaba ‘¿dónde me estoy metiendo?’. Sólo era un ladrón de bicis, pero me estaba enfrentando a él, estaba muy nerviosa”, confesó.

A pesar de la insistencia del hombre, éste fue a buscar la bicicleta al interior de su casa y la llevó al exterior, ahí Jenson la reconoció y le pidió usarla. Una vez arriba ejecutó su plan: huir rápidamente con la bici.

Sharron Jenson
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“Pensaba en lo peligroso que esto era, pero sabía que era mi única oportunidad. Así que me alejé pedaleando, y al llegar a la esquina pensé que era ahora o nunca. Vi que no me perseguía y seguí adelante”, dijo la mujer que pedaleó cada vez más rápido hasta ocultarse en un almacén, en el que el personal se ofreció a cuidar la bicicleta mientras iba a buscar su auto.

Unos minutos después, recibió un mensaje de texto del ladrón: “No te has dado cuenta que tengo cámaras en mi casa. Tienes 30 minutos para devolvérmela o te denunciaré a la policía y reportaré en Facebook”. “Lo vas a tener difícil porque la bicicleta es mía”, le escribió ella. Luego la llamó: “Es mía, tú me la robaste”, le dijo, se rió y cortó.

Sharron Jenson
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Luego de recuperar su transporte, la mujer estuvo intranquila por un largo tiempo. “Estuve nerviosa por semanas después de que la recuperé. No dormí bien durante días. Me siento tan enojada y tan indefensa y siento que no estoy a salvo“, contó.

“Es increíble que las víctimas de crímenes tengan que investigar ellos mismos y recuperar sus propios objetos robados. Y aún así no hacen nada. Me enfada mucho”, expresó la mujer.

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Consultada por el portal británico, la Policía Metropolitana respondió que en efecto no pudieron hacer nada porque “no había información suficiente para proceder con una investigación”.

Aunque Sharon Jenson logró recuperar su bicicleta, y luego su tranquilidad, sacó una dura reflexión de este caso: “No me extraña que los criminales piensen que se pueden salir con la suya, porque realmente pueden”.