No cuenta calorías ni se pesa diariamente. Tampoco recurre a dietas extremas ni “pasa hambre”. Esos son algunos beneficios de la rutina que adquirió Joanne Petter, una mujer de 42 años que en algún momento se sintió totalmente infeliz con su vida y decidió hacer un drástico cambio para luchar contra eso.

Fue en 2014 cuando Joanne “tocó fondo”. La australiana, que tiene dos hijos, había sido diagnosticada de ansiedad y depresión, lo que dificultaba su día a día. De la misma forma, se sentía muy disconforme con su apariencia física que, si bien ella reconoce que no estaba “gorda”, demostraba lo sedentaria que era su vida, cuenta al portal británico DailyMail.

“Cuando pesaba más kilos no tenía confianza en mí misma. Mi ropa no encajaba bien, estaba muy mal y débil, y aunque no estaba gorda, tenía muy poco músculo en comparación con la grasa corporal”, explica.

Es durante ese año que, con voluntad propia, decidió que ya no quería llevar ese estilo de vida y cambiaría totalmente sus hábitos. Para ello, comenzó con un programa de ejercicio semanal, lo que fue el inicio de la rutina diaria que tomaría después.

“El primer programa de ejercicios que hice fue el de 30 días de Jillian Michaels (entrenadora), que recomendaría a cualquiera que no sepa por dónde empezar”, dice y detalla: “Es uno de esos programas en los que rápidamente ves una mejora en tu fuerza y ​​resistencia”.

Luego Joanne Petter se preocupó de su alimentación. “Me tomó un tiempo darme cuenta de que la comida era el factor más importante en la pérdida de peso y me propuse hacer pequeños cambios de estilo de vida que me aseguraran poder mantener mis resultados”, señala.

En ese momento, Joanne optó por eliminar la comida chatarra, el azúcar refinado y los productos lácteos de su dieta. “Ahora consumo una dieta a base de plantas y huevos y nunca me he sentido mejor”, admite.

Para que el impacto de su dieta fuera efectivo, estableció horarios para alimentarse. “Como sólo entre las 12 del día y las 8 de la noche. Suena difícil, pero cuando tu cuerpo se adapta, se vuelve fácil y realmente no sientes hambre”, explica la mujer que ingiere alimentos sólo durante 8 horas.

Sin embargo, explica que flexibiliza este horario cuando tiene algún evento social o es una fiesta familiar.

“No cuento calorías. Simplemente prefiero comer tantos alimentos enteros como pueda con una variedad de proteínas, carbohidratos y grasas saludables”, añade y cuenta que sólo se realiza un escáner de composición corporal cada seis meses.

Una rutina diaria

A pesar que hace ejercicio seis días a la semana, no tarda más de 20 ó 30 minutos en hacerlos. Su rutina consiste en tres ejercicios de resistencia y tres ejercicios de cardio.

En su casa, Joanne tiene pesas de todo tipo, mancuernas (de las que recomienda las hexagonales porque no ruedan), bandas de resistencia y antes usaba una bicicleta elíptica mientras veía la TV, pero admite que ya no ve televisión. También tiene guantes para tomar las pesas. Todo lo obtuvo a través de internet.

“Principalmente uso videos de ejercicio en YouTube y también he creado mis propios entrenamientos HIIT para cardio y me gusta hacer ejercicio en ayunas ya que me da más enfoque y claridad”, relata.

Hoy Joanne Petter no es “ni la sombra” de lo que era antes. La madre confiesa que ya no sufre de depresión y ansiedad (o al menos han disminuido sus niveles notoriamente) entre otros beneficios físicos, que van más allá de la tonificación de su figura y pérdida de peso. “Mi piel y cabello también han mejorado inmensamente. A través del levantamiento de pesas también pude aumentar la densidad mineral ósea”, dice.

Todo este proceso la mujer lo ha registrado en su cuenta de Instagram, en donde suma más de 121 seguidores y comparte sus “tips” y fotos de su físico y comida en cada publicación.

Revisa aquí algunas fotos de su “antes y después”.