A los 13 años dos jóvenes adolescentes se conocieron en un campamento de verano. Kevin Walsh recuerda que una hermosa niña llamada Blake caminó directo a él y le dijo que el color negro le quedaba muy bien, pero nunca entendió por qué. Hoy parecía que era el destino que quería unirlos por una razón muy importante.

Se convirtieron en grandes amigos, hablaron por mucho tiempo y también perdían contacto, pero él nunca dejó de pensar en ella ni por un día. “No estoy seguro de poder decir el por qué algo sobre ella siempre se quedó conmigo”, afirmó Walsh.

En secundaria, el joven cayó en una profunda depresión, hasta que finalmente decidió quitarse la vida. “A 5 ó 10 segundos de que me suicidara, mi teléfono sonó. Revisé el identificador de llamadas, no podía morir sin saberlo. Era un número que no reconocí, así que contesté y era ella”, relató.

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“Le pregunté qué estaba pasando y ella dijo que sólo sentía que tenía que llamarme. En ese momento había pasado un año desde la última vez que habíamos hablado, resúmen de la historia, le conté que me estaba pasando y ella me dijo: ‘¿Qué? No lo hagas’. Y eso fue todo”, explicó.

Blake le hizo prometer que la llamaría al día siguiente y colgaron. Esa noche él empezó a escribir las palabras con las que le pediría matrimonio 10 años después.

Como era de esperar, su historia, publicada en el sitio de entretenimiento Buzzfeed ya ha recibido más de 298 mil visitas. “Los comentarios han sido increíblemente amables, la mayoría son felicitaciones y cosas positivas”, dijo Walsh.

Agregó que lo mejor que se puede hacer si alguna vez sientes que el suicidio es la única salida, es simplemente hablar con alguien. “Hay que decirlo en voz alta, porque existe una buena probabilidad de que al momento en que salga de tu boca te des cuenta de que no es lo que quieres en absoluto”, finalizó.

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