El grupo noruego Fedrelandet Viktigst (La Patria Primero) con más de 13 mil miembros en Facebook y en contra de la inmigración, publicó una imagen que encendió la red social y no dejó a nadie indiferente. En ésta, supuestamente se podía observar a seis mujeres tapadas con burkas en un autobús, que rápidamente comenzaron a ser criticadas por la posibilidad de que llevaran armas y bombas escondidas, sin embargo, se trató sólo de acusaciones completamente infundadas.

Las siluetas en el denominado “trágico” autobús o “aterrador” por varios usuarios, eran sólo asientos vacíos.

Johan Slattavik, quien publicó la imagen, aseguró que lo hizo como broma para mostrar las diferencias entre la crítica legítima a la inmigración en Europa y el racismo ciego, la xenofobia, y que su objetivo fue logrado debido a las reacciones, consignó el sitio Verne del diario español El País.

No obstante, este usuario suele compartir contenido racista en su cuenta de Twitter, por lo que muchos presumen que en realidad fue una “ridícula confusión”.

JAIME RUBIO HANCOCK - Verne El País
JAIME RUBIO HANCOCK – Verne El País

La fotografía se viralizó cuando el publicista noruego Sindre Beyer, compartió la imagen en Facebook con el mensaje: “¿Qué ocurre cuando se publica una foto de un autobús vacío en un grupo asqueroso y casi todos creen ver un montón de burkas?”. Tras esto, la fotografía llegó a compartirse más de 1.700 veces.

Aunque algunos de los miembros del grupo se dieron cuenta de que efectivamente son asientos vacíos del autobús, igual comentaron: “da miedo”, “se ve que no hay nadie sentado”, pero también se sumaron mensajes como “no debería ser legal”, “yo habría esperado el siguiente bus”, “bolsas de basura sentadas” y así, más de una treintena de manifestaciones, aunque no se sabe la cantidad exacta porque está en un grupo cerrado.

Cada uno ve lo que quiere ver

Rune Berglund Steen de Antiraistisk Senter, organización antirracista noruega, explica que cada persona ve lo que quiere ver y, en este caso, quieren ver musulmanes peligrosos. Agregó que lo curioso es observar lo rápido que algunos pueden encontrar confirmación de sus propias ilusiones. “Esta no es una escena típica en Oslo. Los autobuses no van llenos de islamistas amenazadores y tampoco suelen tener tantos asientos vacíos”, afirmó.

El escritor científico Michael Shermer explica en su libro The Believing Brain que tenemos tendencia a encontrar patrones, tanto si las señales que nos llegan tienen significado, como si no quieren decir nada. “Esto nos ha ayudado a sobrevivir: si oímos un ruido en la maleza, es mejor pensar que se trata de un lobo aunque nos equivoquemos. Así lo único que nos llevamos es el susto. En cambio, si asumimos de entrada que es el viento, es más fácil que un depredador nos atrape desprevenidos”, explicó.

¿Qué ocurrió en este caso? Esta tendencia a encontrar patrones explica, entre otras cosas, que una mancha en la pared nos parezca una cara, que haya tantas teorías descabelladas sobre el asesinato de John F. Kennedy o que un montón de ropa en nuestra habitación oscura nos haga pensar que entró un asesino en serie a nuestra casa con el objetivo de asesinarnos. Por supuesto, la probabilidad de que tal cosa ocurra es casi inexistente, pero es mejor llevarse un pequeño susto y estar prevenido.

Michael Shermer, sostiene que lo ocurrido con el grupo de Facebook racista es lo mismo, sólo que a ellos les asusta la idea de toparse con seis mujeres con la cara tapada en un autobús, pues cada uno tiene sus miedos y sus obsesiones. También entra en juego el sesgo de confirmación: dieron por hecho que se trataba de burkas, porque se suelen encontrar con ese tipo de publicaciones, y no dedicaron más tiempo a fijarse en la foto. Además, los comentarios indignados actuaron como refuerzo.

Carlos J. Álvarez, profesor de Psicología en la Universidad de La Laguna (Tenerife) explicó en otro artículo cómo los sesgos nos traicionan porque “estamos continuamente filtrando información. Tenemos un sistema limitado de procesamiento y por eso tenemos que seleccionar los datos relevantes y no saturarnos con los irrelevantes”. El problema es que a veces se confunden unos con otros y se puede provocar una polémica como la del grupo racista.

Sindre Beyer/Facebook
Sindre Beyer/Facebook