Aunque a ratos nos parece que el mundo está avanzando en cuanto a tolerancia y aceptación, luego pasan algunas situaciones que nos muestran que aún tenemos mucho camino por recorrer.

Natalie Wood, una joven lesbiana oriunda de de Texas -uno de los estados más conservadores de Estados Unidos-, estaba cenando en el local Snuffer’s Restaurant de esa ciudad, cuando se dio cuenta que una familia que estaba en una mesa contigua a la suya comenzó a emitir una serie de dichos homofóbicos.

La chica escuchó que decían que debían rezar por su horrible sobrino gay para que se curara, refiriendose a él como un “liberal” y un “enfermo”, entre otras cosas.

Al oír estas palabras, Natalie se indignó. Aunque la reacción más normal habría sido enfrentarlos, la chica dijo al diario Huffington Post que decidió “actuar como el Jesús de quien crecí aprendiendo”.

Además, recordó los dichos de la actual primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, quien en la Convención Demócrata dijo que “cuando alguien es cruel, o actúa como un abusador, no tienes que bajarte a su nivel. Cuando ellos caen bajo, nosotros tenemos que apuntar a lo alto”.

Fue así como Wood se dio cuenta que la mejor manera de darles una lección, era teniendo un gesto de “grandeza” espiritual con ellos. Fue así como la chica decidió pagar la cuenta de esta familia y dejarles un mensaje en la boleta.

“Felices vacaciones desde la muy gay y muy liberal mesa de al lado. Jesús me hizo de esta manera. PD: Acepten a su familia”, escribió Natalie.

La joven tomó una foto de la boleta y la publicó en Facebook, donde contó lo ocurrido. Allí, mucha gente la felicitó y comenzó a viralizar la imagen.

“El mundo está mejorado por acciones de compasión y amor. Gracias”, le escribió un usuario en redes sociales.

Woods señaló a Huffington Post que el incidente le recordó que a pesar de los avances que la comunidad LGBTI ha logrado, la lucha está lejos de terminar.

“Es hora de que yo y la gente de este país nos defendamos, defendamos a las minorías, defendamos a las personas de todas las razas y religiones. A veces empieza con pequeños actos de amor, a veces se está protestando en las calles, votando, haciendo lobby o recorriendo una oficina local”, dijo la chica, quien reconoció que espera que esta historia inspire a otros a difundir este mensaje con amor.