Debemos reconocer que cuando despertamos no tenemos nuestra mejor cara, nuestro cabello está despeinado y seguramente nuestros ojos aún están un poco hinchados, pero luego de una ducha y a medida que pasa el día vamos mejorando nuestro aspecto.

La fotógrafa belga Bárbara Iweins quiso registrar esta diferencia y realizó una sesión llamada 7am/7pm como parte de su proyecto Au Coin De Ma Rue (La dualidad de la indiferencia) en el cual trabajó alrededor de cinco años.

En las fotos se muestra a la misma persona cuando se levanta a las 7 de la mañana y luego otro retrato hecho a las 7 de la tarde, y debemos aceptar que hay una gran diferencia.

“Sentía que el único momento del día en el que la persona no tiene ninguna coraza es el momento en el que abre los ojos por primera vez. Siempre me ha encantado ese momento de lucha en el que nuestra consciencia va de los sueños a la realidad” expresó la artista al sitio Playground.

Iweins buscó a los participantes de esta sesión en la calle y con estas mismas personas realizó una serie de otros experimentos similares.

“Cuando les pregunté hace cinco años si podían posar para mi en la calle, hubo miradas tímidas, piernas titubeantes e intentaban esconderse detrás de sus bolsos… hoy esa inocencia se ha desvanecido” dijo.

Revisa las imágenes a continuación.