Oymyakon es un poblado donde habitan un poco más de 450 personas, está situado en la Zona Este de la región de Siberia (Rusia). Este punto cardinal es mundialmente conocida por tener el récord mundial de la temperatura más fría registrada en el Hemisferio Norte planeta.

Fue el 26 de enero de 1926 cuando el termómetro marcó 71 grados bajo cero en dicha localidad, sin embargo, la temperatura histórica más fría del planeta se registró en la base antártica Vostok, en 1983, cuando el mercurio bajó hasta los -89,2ºC.

Teniendo esos datos en mano, el fotógrafo Amos Chapple se aventuró a retratar cómo era la vida en esa zona, donde los habitantes no suelen salir afuera de sus casas en invierno.

 Amos Chapple
Amos Chapple

Chapple reveló al periódico español La Vanguardia que: “Es muy difícil retratar la vida allí. La gente no pasa más tiempo afuera de lo necesario, son muy cautelosos”.

El artista neozelandés agregó que las personas suelen pasar mucho tiempo haciendo actividades dentro de sus hogares, siendo la más importante es beber el Russki Chai (té ruso).

Amos Chapple
Amos Chapple

Durante el invierno, las pocas veces que los habitantes salen de su casas es para ir al baño. En Oymyakon no existen tuberías ya que las extremas condiciones climáticas hacen que se revienten, por lo que este cuarto generalmente es una cabaña ubicada al lado de las casas.

La economía del pueblo se mueve en base a la ganadería de vacas y renos. También existen muchos edificios de la administración pública: “La Federación Rusa invierte mucho dinero para que Siberia sobreviva, lo que hace que la economía no funcione del todo mal”, sostuvo el fotógrafo.

 Amos Chapple
Amos Chapple

Chapple agregó que su trabajo fue muy complejo en dicha ciudad, ya que debía contener la respiración cada vez que tomaba una foto, “de lo contrario el vapor de mi aliento habría arruinado las instantáneas”, explicó.

Cabe señalar que las complejas condiciones climáticas del lugar, donde hay 28 horas totales de sol durante enero, se explican por tres factores: el altiplano en el que se encuentra ubicado el municipio, la distancia con el océano y la situación anticiclónica que padece cada invierno.

“Allí también viví la experiencia de ver congelarse a un pez en 30 segundos tras haberlo sacado de agua”, detalló el oriundo de Nueva Zelanda.

Amos Chapple
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