La meditación es una práctica que data de 7 mil años y que tiene el potencial para reducir algunos factores de riesgo para enfermedades del corazón, según arrojó una investigación reciente.

La Asociación Americana del Corazón enfatiza en que esta práctica no debe reemplazar los principales estándares para prevenir los problemas cardíacos: llevar un estilo de vida saludable y seguir las recomendaciones médicas.

Los altos costos que enfrentan los pacientes con enfermedades del corazón en los Estados Unidos cada año, hacen que haya un gran interés en buscar maneras de bajo costo para ayudar a reducir el riesgo de contraerlas.

Una opción potencial es la meditación, pues alrededor del 8% de los estadounidenses informan que la practican alguna forma, según la Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud, realizada por los Institutos Nacionales de la rama.

Asimismo, el 17 por ciento de los pacientes con enfermedad cardíaca han expresado su interés en participar en un ensayo clínico en busca de los efectos de la meditación, consignó el sitio de ciencia, Live Science.

Para entender mejor cómo la meditación puede reducir los factores de riesgo de enfermedades del corazón, los expertos revisaron la investigación existente.

Pixabay (CC0)
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¿Cómo meditar?

La investigación encontró que, en general, la meditación puede tener un “beneficio posible” en la reducción del riesgo de enfermedad cardíaca, pero más investigación es necesaria para concluir que “tiene un papel definido”, afirmó su autor, el Dr. Glenn Levine, profesor de medicina en la Escuela Baylor de Medicina en Houston.

Hasta que se entienda más sobre el papel de la meditación en la salud del corazón, las mejores maneras de prevenir y tratar las enfermedades del corazón incluyen controlar la presión arterial y los niveles de colesterol, dejar de fumar y obtener actividad física regular.

De esa manera, incluyeron estudios sobre muchos tipos diferentes de meditación, incluyendo la meditación consciente, la meditación Zen, la respuesta de relajación y la meditación trascendental.

Pexels (CC0)
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En general, la mayoría de las formas de meditación que los investigadores observaron se practican durante al menos 20 minutos, una o dos veces al día. Además, descubrieron que esta práctica puede estar relacionada con niveles disminuidos de estrés, ansiedad y depresión, así como una mejor calidad del sueño y bienestar general.

El estrés, la ansiedad, la depresión y el mal sueño pueden estar relacionados con el riesgo de enfermedad cardíaca, según la misma investigación. Además, meditar puede ayudar a disminuir la presión arterial, aunque los investigadores señalaron que no hay suficiente evidencia para demostrar cuánto bajaría la presión arterial en un individuo dado, si es que lo hizo.