¿Has tenido alguna vez diarreas incesantes que te dejan brutalmente decaído? ¿O quizás experimentado fuertes dolores de estómago, náuseas e incluso vómitos tras ingerir ciertos alimentos? Si éste es tu caso, es probable que tu organismo haya albergado una indeseada bacteria llamada Campylobacter, una de las cuatro principales causas mundiales de diarrea -alteración intestinal que provoca mayor frecuencia, fluidez y/o volumen de las deposiciones- y la causa bacteriana más frecuente de gastroenteritis -inflamación simultánea de las mucosas del estómago y del intestino- en el mundo.

Las infecciones por este microorganismo suelen ser leves, sin embargo, pueden ser mortales en niños muy pequeños, personas de edad e individuos inmunodeprimidos. Generalmente, habitan en el intestino de los animales de sangre caliente, como el ganado y las aves de corral, y se detecta frecuentemente en alimentos que son derivados de estos.

Si bien el calor y la cocción a fondo de las comidas matan las 17 especies y seis subespecies que existen de la bacteria -entre ellas las conocidas C. coli y C. jejuni-, para prevenir esta intoxicación por alimentos se deben seguir prácticas básicas de higiene al cocinar.

Entre las recomendaciones están el lavarse cuidadosa y frecuentemente las manos antes de cocinar o limpiar los alimentos, lavar los platos o utensilios que hayan tenido contacto con las carnes o huevos crudos, y refrigerar cualquier alimento perecedero o sobras dentro de un período de dos horas, entre otras.

¿Cuáles son las fuentes del Campylobacter?

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), las especies de esta bacteria están ampliamente disfribuídas en gran parte de los animales de sangre caliente, principalmente, en aquellos destinados al consumo masivo como los vacunos, aves de corral, porcinos, ovinos y avestruces.

Por lo general, se cree que la vía principal de transmisión son estos alimentos y sus derivados, así como la leche sin hervir o el agua cuando está contaminada con este microorganismo. Pero además, ésta puede estar presente en los productos agrícolas frescos que no son bien lavados, de acuerdo a la página web de la Biblioteca de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus.

Pero además, una persona puede contraer este microorganismo por el contacto cercano con personas o animales de compañía, como perros o gatos, que estén infectados.

Imagen de Contexto | Pexels (cc)
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¿Cuáles son los síntomas?

Cuando una persona padece campilobacteriosis, es decir, la enfermedad causada por la infección por Campylobacter, suele manifestar ciertos síntomas entre los 2 y 5 días después de contraerla. Los más frecuentes son diarrea -con frecuencia de carácter sanguinoliento-, dolor en la zona abdominal, fiebre, dolor de cabeza, náuseas y/o vómitos, los cuales duran entre 3 y 6 días.

Si bien en los casos más graves y menos frecuentes esta bacteria puede provocar la muerte, esto suele ocurrir en pacientes muy jóvenes o de avanzada edad, o bien en aquellos que padecen otras enfermedades que debilitan el sistema inmunológico, como el sida.

Otras complicaciones derivadas de esta infección, las cuales se han observado con diverso grado de frecuencia, son la bacteremia -presencia de bacterias en sangre-, hepatitis, pancreatitis -inflamación del hígado y el páncreas, respectivamente- y en algunos casos, inclusive, abortos.

De forma posterior a la campilobacteriosis, se pueden experimentar complicaciones como la artritis reactiva -inflamación dolorosa de las articulaciones que puede durar varios meses- y trastornos neurológicos como el síndrome de Guillain-Barré -forma de parálisis semejante a la poliomielitis, que puede provocar disfunción respiratoria y neurológica grave-.

Así luce las Campylobacter | Wikimedia Commons (cc)
Así luce las Campylobacter | Wikimedia Commons (cc)

¿Cuáles son los tratamientos?

De acuerdo a MedlinePlus, por lo general la infección desaparece por sí sola y a menudo no necesita tratamiento con antibióticos, a menos que se experimenten síntomas graves que los médicos recomienden tratar por este medio como, por ejemplo, cuando las bacterias invaden las células de la mucosa intestinal y dañan los tejidos.

Principalmente, esta enfermedad provoca una gran pérdida de líquidos y electrolitos, los cuales deben ser repuestos para evitar la deshidratación y hacer que la persona se sienta mejor.

Ante esto, desde MedlinePlus realizan una serie de recomendaciones para recuperar la salud, sobre todo, cuando se experimenta diarrea.

– Bebe de 8 a 10 vasos de líquido por día. Para las personas que no tienen diabetes, los líquidos deben contener sales y azúcares simples. Para aquellas con diabetes, se deben usar líquidos sin azúcar.
– Bebe al menos 1 taza (240 militros) de líquido cada vez que tengas una deposición suelta.
– Consume comidas pequeñas durante todo el día en lugar de las 3 comidas grandes.
– Consume algunos alimentos salados, como sopa, y bebidas para deportistas.
– Consume algunos alimentos ricos en potasio, tales como plátanos, papas sin cáscara y jugos de fruta diluidos en agua.

Imagen de Contexto | Pexels (cc)
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¿En qué casos debes consultar a un médico?

Si manifiestas fuertes dolencias como las mencionadas anteriormente, y tienes la sospecha de haber contraído una intoxicación por alimentos, debes poner ojo a los siguientes síntomas:

– Diarrea que reaparece o continúa por más de 1 semana.
– Sangre en las heces.
– Diarrea constante e imposibilidad de beber líquidos debido a las náuseas o vómitos.
– Fiebre por encima de los 38.3ºC junto con diarrea.
– Signos de deshidratación (sed, vértigo, mareo).
– Si recientemente has viajado a un país extranjero y presentaste diarrea.
– Diarrea que no mejora en 5 días o empeora.

En el caso de los niños que puedan verse afectados por una infección de este tipo, contacta a tu médico si:

– Tiene una fiebre de más de 37.7°C y diarrea.
– Tiene diarrea que no mejora en 2 días o empeora.
– Ha estado vomitando durante más de 12 horas.
– Presenta disminución de la diuresis, ojos hundidos, boca seca o pegajosa o ausencia de lágrimas al llorar.
*En un recién nacido de menos de 3 meses, debes llamar tan pronto como comiencen los vómitos o la diarrea.

Cabe recordar, finalmente, que los métodos para prevenir la campilobacteriosis en los hogares son parecidos a los de otras enfermedades bacterianas de transmisión alimentaria, es decir, lavar y/o cocinar bien los alimentos y mantener limpias nuestras manos y utensilios, con el fin de eliminar estos microorganismos.