Todo el mundo se pone nervioso o siente miedo en ciertas situaciones de estrés, como tener que hablar o presentarse en público. Esto bien lo sabe la actriz ganadora del Óscar Emma Stone. Aunque es conocida por su sentido del humor, la artista de 28 años guardaba un secreto que nadie hubiese imaginado: desde su infancia sufre por la timidez, ansiedad y ataques de pánico.

“Ha sido algo con lo que he vivido y se ha manifestado de diferentes formas a lo largo de mi vida y a veces cuando ocurre, cuando estoy en esa fase de crisis, se siente como si nunca fuera a terminar….pero lo hace“, declaró la actriz en un emotivo video para Child Mind Institute, organización sin fines de lucro que atiende a niños con trastornos de salud mental.

A los seis años sus padres la inscribieron en un taller de teatro que la ayudó durante su infancia a manejar su angustia, la cual regresó durante su adolescencia y en el inicio de su carrera. “Cuando era niña, pensaba que nunca sería capaz de alejarme de mi hogar y de estar lejos de mi familia (…) Pero he sido capaz de manejar eso con grandes terapeutas y grandes herramientas cognitivas conductuales como la meditación”, dijo.

Todos tenemos episodios de ansiedad en la vida y todos lo manejamos de diferente forma. No es que esté mal ser tan sensible; tomar las cosas de forma más profunda es parte de lo que uno es. Piensas y sientes mucho, pero conforme la vida pasa y te conoces, todo mejora. De verdad llegará el punto en el que te sientas cómodo y seguro. No te sientas extraño, todos lo somos”, finalizó.

Tumblr

Y justamente tal como dice Emma, la ansiedad es algo que le puede ocurrir a cualquier persona pues es una respuesta involuntaria y natural del cuerpo que se prepara para enfrentar un peligro o algo desconocido. El problema comienza cuando esta sensación de angustia aumenta y se da frecuentemente en situaciones cotidianas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la ansiedad como una anticipación de un daño o desgracia futuros, acompañada de un sentimiento desagradable y/o de síntomas somáticos de tensión.

“Es importante entender la ansiedad como una sensación o un estado emocional normal ante determinadas situaciones y que constituye una respuesta habitual a diferentes situaciones cotidianas estresantes. Así, cierto grado de ansiedad es incluso deseable para el manejo normal de las exigencias del día a día”, asegura la entidad.

Tan sólo cuando sobrepasa cierta intensidad o supera la capacidad adaptativa de la persona, es cuando la ansiedad se convierte en patológica, provocando malestar significativo con síntomas que afectan tanto al plano físico, como al psicológico y conductual”, sentencia.

La misma OMS señaló el año pasado en su informe “Depresión y otros Desórdenes Mentales Comunes”, que en Chile 1.100.584 personas tienen ansiedad, lo que corresponde al 6,5% de la población.

“Con la depresión te despiertas a la mitad de la noche y después no puedes volver a dormir, pero con la ansiedad no puedes quedarte dormido pensando en cómo resolver las cosas”, indicó a La Tercera Anamaría Gazmuri, psiquiatra de la U. Andrés Bello (Unab).

Pero no sólo el sueño se ve afectado, pues el organismo también comienza a experimentar molestias como problemas de garganta (ronquera y dolor de garganta), cambios en el funcionamiento del hígado y erupciones cutáneas, entre otras.

ABC-
ABC-

Otras situaciones que se presentan son los ataques de pánico, fobias, trastorno obsesivo-compulsivo, agorafobia, estrés postraumático, ansiedad social, etc.

Pero a pesar de su complejo diagnóstico hay señales que podrían encender la alerta acerca de que algo está ocurriendo. Según el Instituto de Salud Mental de Estados Unidos, estos son algunos síntomas de la ansiedad:

1. Preocuparse demasiado por las actividades diarias

¿Qué significa? Los pacientes con Desorden de Ansiedad Generalizado, el más común, sienten nervios y miedo la mayor parte de la semana, por más de seis meses. Si interfiere, además, con la rutina y viene acompañado de fatiga, entonces es tiempo de visitar un médico.

“La distinción entre un trastorno de ansiedad y sólo tener ansiedad normal es si sus emociones están causando mucho sufrimiento y disfunción”, aseguró a la revista Health Sally Winston, co-directora del Instituto de Ansiedad y Estrés de Maryland en Towson.

ABC
ABC

2. Tener problemas para enfrentar actividades sociales diarias

Un tipo de ansiedad es el trastorno social, el que no siempre implica miedo a enfrentarse a una multitud, sino que más bien el problema viene asociado a situaciones cotidianas como conversaciones de pasillo o tener que dar una opinión sobre un tema.

Estas personas sienten que los ojos están puestos sobre ellos y su cuerpo reacciona enrojeciendo las mejillas y provocando temblores en las extremidades, además de náuseas, sudoración e incluso dificultad para hablar.

Estos síntomas pueden llegar a generar problemas para conocer nuevas personas, mantener relaciones y avanzar en el trabajo o en la escuela.

ABC
ABC

3. Tener problemas para dormir o permanecer dormidos

Existen múltiples razones por las que una persona puede tener problemas para dormir o permanecer dormido, pero -una vez más- si se convierte en algo crónico, entonces hay un problema.

Irse a dormir se convierte en un gran dolor de cabeza, pues no se puede dejar de pensar en situaciones que te hacen sentir nervioso o ansioso, y tu mente no logra desconectarse a pesar de los diferentes intentos que realiza.

Despertar es otro problema, pues te sientes cansado, tu cabeza comienza a funcionar de inmediato y no puedes tranquilizarte.

Las razones de esta ansiedad puede ir desde problemas de dinero, hasta tener que enfrentarse a alguien que crees que está molesto contigo.

El Club de la Pelea
El Club de la Pelea

4. Tener inexplicables molestias estomacales

La ansiedad puede comenzar en la mente, pero a menudo se manifiesta en el cuerpo a través de síntomas físicos como dolores de estómago, calambres, distensión abdominal, gases, estreñimiento y/o diarrea, “es básicamente una ansiedad en el tracto digestivo”, dice Winston.

Tal como explicó BioBioChile hace un tiempo, los periodos de ansiedad hacen que el sistema suprarrenal produzca más cortisol, la hormona del estrés. Esto provoca, a su vez, que el hígado genere más glucosa. Si bien puede ser prácticamente inofensivo en las personas sanas, para los diabéticos o quienes poseen más riesgo de sufrir esta enfermedad, es un problema mayor al elevarse los niveles de azúcar, indica la Asociación Americana de Psicología.

El sistema digestivo también sufre, pues la ansiedad afecta a los intestinos y la absorción de nutrientes, traduciéndose en ardor, hinchazón, diarrea e incluso problemas para controlar esfínter.

Pero como si todo esto no fuera suficiente, la ansiedad también nos hace hace más propensos al sobrepeso y la obesidad. Otro estudio publicado por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos determinó que el exceso de cortisol en la sangre puede disminuir la sensibilidad a la insulina. Además, otro sondeo divulgado por la misma entidad, encontró un vínculo entre la ansiedad y las úlceras gástricas.

ABC
ABC

5. Dudar de sí mismo

La ansiedad reduce la confianza en sí mismo/a, y hace que la persona experimente momentos de duda y se sienta como un fraude. Es justamente esa incertidumbre, la peor parte de la enfermedad, pues creen que si no son capaces de ser los mejores al 100%, entonces no merece la pena intentarlo.

Poco a poco, los pacientes comienzan a dejar de hacer las cosas con normalidad pues sienten que no son capaces, evitando incluso realizar cosas que antes amaban, y por supuesto, ni siquiera se da la oportunidad de hacer algo desafiante.

El lado positivo es que la ansiedad no incapacita, sino que simplemente hace pensar que no se es capaz de realizar la tarea.

ABC
ABC

Lee También: 5 frases que jamás debes decirle a una persona con ansiedad

6. Bloqueos mentales y falta de concentración

Es uno de los síntomas más silenciosos, pero también uno de los más terribles. Con la ansiedad la persona comienza a olvidar las cosas con facilidad o no puede mencionar cosas simples de su vida, a pesar de tener en mente lo que quiere decir.

tumblr
tumblr

Esto ocurre porque cuando se tiene la mente tan ocupada con preocupaciones de todo tipo, es lógico que el cerebro deje de lado algunas cosas simples del día a día, sin mencionar el daño que provoca el insomnio y cansancio. Según el portal VivesinAnsiedad, “la memoria necesita sentirse relajada y concentrada para funcionar correctamente. En el momento que aparece la angustia, la memoria se enlentece y comienza a fallar”.

Otros síntomas

– Tener temblores o tics (movimientos nerviosos)

– Sentirse irritables, sudar mucho y marearse o sentir que les falta el aire

– Ser conscientes de que se preocupan mucho más de lo que deberían

– Tener dificultad para relajarse

– Sentirse cansados todo el tiempo

abc
abc