Tras la catástrofe que está viviendo gran parte del territorio nacional por los incendios, los expertos se muestran preocupados en materia de salud debido al humo que está sobre varios poblados.

Fernando Torres, Director de la Escuela de Química y Farmacia de la U. Andrés Bello, explica que “el monóxido de carbono es un gas incoloro, inodoro, insípido, menos denso que el aire y tiene una afinidad 200 veces más por la hemoglobina que el oxígeno”.

Agrega que “ingresa por la vía respiratoria, compitiendo por el oxígeno del aire que respiramos, uniéndose a la hemoglobina y formando carboxihemoglobina. Esta no tiene capacidad de transportar oxígeno a los tejidos del organismo, sufriendo daño por falta de oxigenación”.

Una de las mayores preocupaciones se concentra en los recién nacidos, lactantes, niños en general y adulto mayor. “Los afectados pueden presentar dificultad para respirar, taquicardia e hipotermia, dolor de cabeza, vómitos e incluso convulsiones, detalla el toxicólogo.

El profesional detalla algunos consejos que los padres pueden seguir para evitar que los niños tengan problemas de salud.

1.- Evitar la exposición directa de los niños al humo.

2.- Tratar de no abrir ventanas ni puertas.

3.- Evitar que los niños jueguen en el suelo, sobre todo si tiene exceso de polvo.

4.- Hidratarlos muy bien ya sea con leche materna o agua, idealmente cocida.

5.- Cambiarles la ropa con frecuencia y bañarlos con agua y jabón.

6.- Evitar que coman frutos directo de los árboles, en zonas directamente afectadas.

7.- Incorporar alimentos ricos en vitamina C.

8.- En las zonas más afectadas, sellar las rendijas puertas y ventanas con paños, especialmente húmedos

9.- Retirar el polvo del piso de las casas con paños húmedos y antes de barrer el patio humedecer el piso.

10.- Es recomendable que los habitantes (especialmente niños y adultos mayores) de zonas muy afectadas sean trasladados a otros lugares libres de humo.