Cuando estamos a punto de finalizar un año, asoman los efectos de un ritmo de vida agitado, del estrés, del exceso de trabajo, de las malas posturas e incluso de aquellos movimientos mal efectuados. Es entonces, cuando muchos piensan en los relajantes musculares como una verdadera salvación.

Los relajantes musculares son un grupo de fármacos cuya administración provoca la relajación de los músculos, son utilizados en contracturas musculo esqueléticas de diverso origen, lesiones post-quirúrgicas o post-traumáticas, desgarro, distensión muscular, tortícolis, esguinces, luxaciones, fibromialgias, cefalea de origen tensional, coadyuvante en la fisioterapia de rehabilitación, entre otras. La mayoría de estos fármacos están disponibles en comprimidos, cápsulas o solución inyectable.

“Existen dos grandes grupos terapéuticos de relajantes musculares, aquellos empleados por anestesiólogos durante procedimientos quirúrgicos y en las unidades de cuidados intensivos; y los que son de venta al público y funcionan a nivel del sistema nervioso central para disminuir el tono muscular y, con ello, reducir la sensación de dolor”, explica Valeria Jorquera, académica de la Escuela de Química y Farmacia de la U. Andrés Bello.

Sanar.com
Sanar.com

Sin embargo, estos fármacos presentan múltiples efectos adversos. Según detalla la experta, pueden generar somnolencia, debilidad, confusión, alucinaciones, mareo, cefalea (dolor de cabeza), frecuencia cardiaca irregular, malestar estomacal, vómitos, sarpullido (erupciones en la piel), dificultad para respirar o tragar, fiebre, ardor en los ojos, desmayos, boca seca, inflamación de cara o lengua, por tal razón deben ser indicados por un médico.

“Los relajantes musculares presentan mayor riesgo en cierta parte de la población. Por ello, deben evitarse en pacientes de tercera edad, con arritmias, trastornos de la conducción cardíaca, insuficiencia cardíaca o infarto de miocardio reciente, pacientes con enfermedades del ánimo, que consumen alcohol, que manejen maquinarias y/o vehículos y mujeres embarazadas”, dice.

Entre los relajantes musculares más comercializados en nuestro país, están el clormezanona y ciclobenzaprina.

Recuerda siempre consultar con un médico antes de suministrar alguno de estos medicamentos.