¿Eres de aquellos que conserva las pulseras de los festivales e incluso tiene una colección de ellas? Queremos contarte que estas tiritas de tela no son para higiénicas, menos si las conservamos puestas durante mucho tiempo.

Alison Cottell, microbiólogo de la Universidad de Surrey (Reino Unido)realizó un estudio para descubrir qué esconden estas pulseras de colores, y demostró lo que sospechaba: son un gran foco de bacterias incluso más que la ropa que utilizamos cotidianamente.

Según el diario electrónico estadounidense en su versión en español Huffington Post, Cottell analizó las pulseras de jóvenes que no se las quitaban hace alrededor de dos años y el resultado fue asqueroso.

El microbiologo encontró una concentración de 9 mil bacterias (micrococo) y 2 mil estafilococos, casi 20 veces más que las bacterias que podemos encontrar en el resto de las prendas de vestir.

Esta enorme concentración de bacterias puede llegar a provocar enfermedades en la piel y problemas digestivos, sobre todo si manipulamos alimentos con las pulseras puestas, tal como lo explicó el investigador.

“Los estafilococos normalmente no son dañinos, aunque pueden provocar llagas e infecciones a causa de cortes y arañazos, y pueden llegar a provocar intoxicaciones alimentarias si se ingieren” explicó Cottell al sitio web Science Dump

“Sería aconsejable no llevarlas especialmente si se trabaja en ámbitos como el sanitario o en preparación de alimentos, donde hay riesgo de que se extiendan a más gente” recomendó.