El pasado sábado terminó el horario de invierno, con lo que todos los chilenos debieron adelantar sus relojes en una hora. Más allá de la incomodidad que esta medida puede generar en algunas personas, ¿es riesgoso para nuestra salud este cambio?

Ramón Caamaño, neurólogo y académico de la Universidad San Sebastián, explica que estos cambios no tienen repercusión neurológica y no afectan la función en los seres humanos.

En ese sentido, aclaró que “sólo en personas en edades extremas, es decir, niños y adultos mayores, podrían tener alteraciones transitorias en algunos hábitos como la calidad del sueño, apetito y humor, entre otras. Pero hay que recalcar que se trata de efectos transitorios y leves, no se ha comprobado que persista algún trastorno neurológico derivado de estos cambios”.

Habitualmente después del tercer a cuarto día, el organismo ya está adaptado al nuevo ritmo circadiano, ya que los niveles de cortisol matinal y de melatonina nocturna son liberados en los horarios propios que cada uno mantiene de acuerdo a su propio ritmo circadiano”, añade el experto.

El neurólogo entregó los siguientes consejos para evitar las consecuencias del cambio de hora: alimentarse sano y liviano, beber más líquidos y evitar el consumo de alcohol o exceso de cafeína.