Para nadie es fácil poner el punto final a una relación de pareja o amistad, principalmente, porque implica que debamos enfrentarnos a sentimientos que día a día tratamos de evitar: la pena, la angustia, el ‘echar de menos’ o el sentirnos ‘incompletos’, entre muchos otros.

Sin embargo, esta acción es aún más difícil para quienes están involucrados en una relación ‘mala’ o ‘dañina’, aquellas en las que no son capaces de establecer un vínculo saludable con la otra persona o que ésta les ayude a sacar lo mejor sí mismos.

En palabras de Craig Malkin, Instructor de Psicología de la Escuela Médica de Harvard (EEUU) y Experto en Relaciones, “Nuestra identidad está atada a las personas que amamos. Cuando estos hilos de conexión se estiran o se rompen por culpa de la rabia y el dolor, luchamos por resistir, en parte porque creemos que estamos peleando para preservar una parte de nosotros mismos. (Pero) Lo que comienza como un vínculo pronto se vuelve una atadura“.

Para explicar esta situación el especialista puso el ejemplo de Anna, una de sus pacientes, y su ex pareja Neil. “Cuando ella decidió que no podía verlo nunca más, ella dejó de ser ‘La novia de Neil’. Dejarán de vivir juntos. Dejarán de comer juntos. Tendrán que ver qué hacer con la evidencia de su identidad como pareja -los muebles y otras cosas comunes- y decidir quién se queda con qué. El proceso de extraer las posesiones compartidas por ‘Neil y Anna, la pareja’, y redistribuirlas en dos personas separadas, puede ser muy doloroso. Por esta razón, solemos encontrar razones para quedarnos (en pareja) en vez de irnos. Una de las maneras más dañinas en que hacemos eso es a través del sentimiento de culpa“.

“El sentimiento de culpa puede ser muy útil cuando una relación deja de funcionar y el hecho de dejarla se vuelve difícil. Si nos convencemos de que alguien está siendo hiriente o poco sensible por culpa de nuestras propias falencias, todavía hay esperanza. Todo lo que tenemos que hacer es mejorar. Si yo soy el problema, entonces la felicidad de la relación está completamente en mis manos. Es una solución que preserva la esperanza a expensas de nuestra propia autoestima”, agregó Malkinen en su blog publicado en la página especializada Psychology Today.

En este sentido, el experto indicó que una de las maneras en que podemos liberarnos de esta especie de autocrítica “es confrontando un sentimiento que probablemente nos asusta más de lo que pensamos: la decepción“.

“Aquellos que se culpan de forma ‘crónica’ entierran su decepción porque, en el pasado, exponerla a viva voz podría haber empeorado las cosas. Para muchas personas, el atreverse a decirle a sus familias ‘Eso hirió mis sentimientos’ o ‘Realmente quería que fueras a mi recital’ podría terminar en una caída muy fea. (Para muchos) se vuelve más fácil tragarse la decepción tomándose a pecho esta frase: ‘Tú eres el problema. Esperas mucho de los demás’“, dijo.

Hernán Piñera | Flickr (CC)
Hernán Piñera | Flickr (CC)

Sin embargo, a juicio del psicólogo éste es un error fatal. Ante ello, recomendó a las personas recordarse a sí mismos que tienen el derecho a estar decepcionados. “Si compartes tus necesidades y sentimientos y esto termina alejando a la persona que tienes al lado, entonces no puedes ser feliz en esa relación (…) Reconoce el sentimiento de ‘autoculpa’ por lo que es: el poderoso miedo de que perderás amor si pides lo que quieres. Te mantiene atascado en la relación errada, con alguien que necesita que te olvides de tus necesidades. La única manera en que puedes averiguar si pueden darte más cariño, atención o tenerte empatía es invitarlos a hacerlo. Y no puedes hacer eso si te culpas a ti mismo por lo que te falta“.

“La decepción, lejos de ser una amenaza a la intimidad, a menudo la profundiza. Tener en claro cuándo tu relación te hace sentir rechazado, solo, que no vales la pena o pequeño, te pone en contacto con tus propias necesidades. Te acerca a tus parejas y amigos. Les enseña a ellos cómo deben amarte“, enfatizó Craig Malkin.

Para que las personas que están atascadas en relaciones dañinas puedan salir de éstas, o bien reconvertirlas en vínculos sanos y positivos, el psicólogo de la Universidad de Harvard entregó 4 importantes claves.

1. Crea barreras saludables

Uno de los primeros pasos para establecer relaciones buenas con la gente que te rodea, es crear barreras saludables.

“Si algo te duele, dilo. No es tu trabajo proteger a tu pareja o amigo si se han portado mal. Sí o sí debes compartir tu desilusión de una forma en que te sientas vulnerable. Es tu mejor opción para ser escuchado. Pero no dejes que la gente piense que no estás decepcionado. Si ellos no pueden tolerar el hecho de escucharte cuando estás herido, es probable que vayan a hacerte daño”, expresó el experto.

2. Chequea tu sentimiento de ‘autoculpa’ ante las situaciones

Cada vez que pases un mal rato con tu pareja o con un amigo, ten presente que el miedo a perderlos puede llevarte a experimentar la mencionada ‘autoculpa’.

“En vez de preguntarte ‘¿Qué hice mal?’, pregúntate ‘¿Me siento decepcionado?’, ‘¿Me da miedo que pueda decir algo malo?"”. De esta forma tendrás conciencia de lo que dices y de cómo tus palabras pueden afectar a los demás, pudiendo establecer relaciones más fuertes, sinceras y saludables.

3. No confundas empatía con responsabilidad

“Está bien que quieras entender por qué alguien se siente enojado, incluso cuando te han herido. Quizás los últimos comentarios que hiciste fueron algo fríos o críticos. Pero siempre puedes corregir eso ofreciendo una disculpa sincera“, afirmó el psicólogo.

Será decisión de tu pareja o amigo el cómo maneja su enojo, y si arremete de vuelta con comentarios ofensivos. “No te hagas responsable por las acciones de nadie más que las tuyas. Esa es otra forma de culparte a ti mismo en vez de sentirte decepcionado”.

4. Evalúa la posibilidad de tratar tu TEPT (Trastorno por Estrés Postraumático)

Para muchas personas que han logrado salir de relaciones abusivas, “la cruel ironía es que los síntomas de su trauma (por ejemplo, debido a abusos mentales) pueden hacer que se estanquen”.

“Nada te hace dudar más de ti mismo que los constantes mensajes del tipo ‘nosotros somos los que tenemos un problema’ o, peor, que ‘estamos locos’, como suelen hacer aquellos que abusan mentalmente. Si te estás recuperando de un trauma, necesitarás ayuda profesional para sentirte sano de nuevo”, y no hay nada de malo en ello.

De hecho, si no tratas tus traumas, es probable que con el tiempo vuelvas a caer en el mismo tipo de relaciones, o bien, que no sepas cómo mantenerlas en un buen camino.

Wyatt Fisher | Flickr (CC)
Wyatt Fisher | Flickr (CC)

¿Cómo construir relaciones sanas y positivas?

Con el fin de que las personas puedan tener relaciones sanas y positivas en su día a día la estadounidense Hara Estroff Marano, Editora Jefe de Psychology Today, publicó un listado con 26 Reglas que sugiere pegar en el refrigerador, de modo de tenerlas siempre presente.

A continuación, desde BioBioChile te dejamos con 12 de estas reglas de vida, de modo de que evalúes ponerlas en práctica.

1. Elige una pareja a conciencia: evalúa características fundamentales de esa persona como su carácter, los valores, la generosidad de espíritu, la relación entre sus palabras y sus actos y la relación que tiene con los demás.

2. Conoce sus expectativas e infórmale las tuyas claramente. Nadie sabe leer la mente.

3. Respeto, respeto, respeto. Adentro y afuera de la relación, hay que mantener un respeto mutuo.

4. Los dos son un equipo, lo que no significa que no se respete la individualidad.

5. Aprendan a negociar. Hay que crear las reglas propias de la pareja pero siempre buscando el bien común. Además, renegociar, porque las personas y los tiempos cambian.

6. Escucha lo que tu pareja tenga que decir, sus quejas, sus comentarios, sin juzgarlo. Abre las puertas a la confianza.

7. Trabaja por mantener la cercanía, que nunca se da por obra y gracia. En la distancia la gente se hace más débil y susceptible a las aventuras.

8. Ten planes a futuro, ya que un compromiso como el matrimonio es un pacto para toda la vida. Hay que revisar los sueños en común para ver si están yendo por el mismo camino.

9. El sexo es bueno, tener conversaciones en la cama es mejor. El sexo es fácil, la intimidad difícil porque requiere honestidad, apertura, compartir miedos, tristezas, esperanzas y sueños.

10. Discúlpate. Todos podemos cometer errores, pero intenta resarcirlos, pues hacer evidente el deseo de mejorarlo todo es fundamental para una relación a largo plazo.

11. Ayúdense. Compartan responsabilidades. Una relación funciona en dos sentidos, tanto dar como recibir.

12. Cambia tú antes que cambiar a tu pareja. Mira en el espejo qué debes mejorar.

BONUS | El amor no es un sentimiento ilimitado, sino que fluye dependiendo de cómo actuemos. Actuar de formas nuevas traerá resultados nuevos.