Varanassi es una de las ciudades de la India que llama la atención por sus drásticos contrastes. Se trata de un lugar que es considerado como la ciudad sagrada del hinduismo y budismo, pero sus calles no hacen alarde de esta calificación, ya que, literalmente (y sin querer ofender en lo absoluto), huelen a muerto.

De acuerdo a un reportaje de la cadena estadounidense ABC, esta ciudad es reconocida en toda India porque allí se venera a los muertos de forma sagrada.

Es en las aguas del río Ganges, que cruza la ciudad de norte a sur, donde se realizan los rituales para hacer que los difuntos descansen en paz. Toda ceremonia acaba con el cuerpo sumergido en las aguas del caudal, lo que hace que este sitio sea imposible de navegar, por su contaminación y olor.

Si bien es un lugar muy contaminado, Varanassi tiene un atractivo turístico muy importante para los indios, ya que es reconocida por los rituales que se realizan a orillas del mencionado cuerpo de agua.

A pesar de que las aguas del Ganges están sumamente sucias, son de suma importancia para los indios, quienes consideran que son las más sagradas del mundo. Esto se debe a que allí se pueden sanar los pecados de los muertos y liberarlos de una futura reencarnación.

Anand Singh | Agence France-Presse
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Lo cierto es que en estas aguas hay miles de cadáveres que fueron sumergidos para su redención. Sin embargo, esto no detiene a los peregrinos que hasta allí llegan para beber de sus aguas y bañarse en ellas, a modo de purificar sus almas.

Los rituales para sumergir los cuerpos en el Ganges son sumamente seguidos por los turistas que llegan hasta Varanassi. Estos consisten en prender fuego al cuerpo del difunto y, luego que esté calcinado, dejarlo hundirse en el agua.

Aquella cremación debe ser realizada por el hijo mayor de la familia, quien se debe rapar, bañarse en el río para purificarse, e iniciar la quema del cuerpo.

El cuerpo del difunto es puesto en una especie de cubo de madera seca. La idea es cubrirlo por completo de sábanas y leña antes de prenderle fuego y “dejar que su alma descanse”.

Un hostal donde la gente tiene 2 semanas para morir

Hasta tal punto ha llegado el culto a la muerte en Varanassi que, décadas atrás, ciudadanos fundaron el hostal Mukti Bhawan, en el cual sólo se acepta a personas que vayan a morir en un plazo no mayor a dos semanas.

De acuerdo a una nota del diario argentino Clarín, describir este lugar resulta sencillo, ya que es una residencia modesta, ubicada a dos cuadras del río, donde se alquilan un total de 12 habitaciones a personas que están cerca de morir.

Los dueños del lugar, que sólo cobra por gastos de electricidad, indican que allí los huéspedes son tratados con respeto, aunque han tenido que pedirles que se vayan debido a que no mueren en el tiempo que se les pide.

“Muchas veces están demasiados sanos, así que les tenemos que pedir que se vayan”, indicó la administradora Jyotsna Shukla hace un tiempo.

 Anand Singh | Agence France-Presse
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Shukla reconoce que, la mayor parte del tiempo, trabajar en ese lugar resulta escalofriante, ya que ella debe convivir a diario con llantos de los familiares de los difuntos, malos olores y altas temperaturas (frecuentemente sobre 30 grados).

Durante la estadía, los huéspedes que se quedan allí esperando la muerte deben estar acompañados por al menos dos familiares, aunque no se permite que ellos pernocten en las instalaciones.

Luego del deceso, los cuerpos son embalsamados en la propia hostería y luego son trasladados hasta el río Ganges, donde se debe completar el rito de incineración.

Si bien es un ritual sagrado, también existen comerciantes que alquilan sus pilas para quemar los restos del difunto, el cual posteriormente será arrojado al río.

Lo cierto es que, estos rituales también han contribuido a la contaminación del aire en Varanassi, ya que la quema de cuerpos es una actividad que se realiza por 13 horas seguidas los 365 días del año.

 Dominique Faget / Agence France-Presse
Dominique Faget | Agence France-Presse

No obstante, sus propios habitantes han defendido la actividad indicando que es el “costo de ser considerada como una ciudad sagrada para dos religiones”.

El Ganges, un nido de bacterias fecales

La importancia del río Ganges radica en que, para los hindúes, representa la entrada al Nirvana, por lo que a muchos no les importa la suciedad de su agua antes de beber en ella y bañarse allí.

Lo que muchos de ellos no saben es que, de acuerdo a un reporte del medio español ABC, aquel caudal es sede de un millón de bacterias coliformes por cada 100 mililitros, lo que puede resultar fatal para las personas.

Lo cierto es que los esfuerzos por purificar el alma de los hindúes y budistas puede conllevar a contraer enfermedades como disentería, cólera, tifus, hepatitis y gastroenteritis aguda.

De toda la contaminación del río, que es uno de los más sucios a nivel global, se estima que un tercio proviene de los ritos de los cuerpos de personas muertas.

En este sentido, el citado medio detalla que en Varanassi se incineran unos 32.000 cuerpos de personas, cuyas cenizas y restos son lanzados al caudal.

Agence France-Presse
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Por otra parte, también están los cuerpos de las personas pobres que no tienen dinero para pagar por una incineración. En estos casos, los restos son lanzados totalmente descompuestos.

Otro factor que hace aumentar la contaminación del lugar es la alta cantidad de ofrendas florales que los peregrinos arrojan al río. Se estima que cada día se lanzan cerca de 50 toneladas.

Cabe señalar que el Ganges es la principal fuente hídrica presente en India, ya que cruza desde los Himalayas hasta Bangladesh. Sus aguas abastecen a ciudades como Calcuta, Nueva Delhi y Varanassi, aunque esto no detiene a quienes lo siguen contaminando.

Por ahora, el gobierno local tomó la determinación de declarar este lugar con el estatus de persona, con lo que se le otorgan las mismas responsabilidades de cuidados de cualquier ser humano.

Aunque, por ahora, se está lejos de hallar una solución real para intentar rescatar este río, el cual, en gran parte, ha sido intoxicado debido a la pasión de los más religiosos.