Una semana atrás, seguidores de la Virgen de la Rosa Mística en Argentina aseguraron que la estatua lloró sangre por 38º vez en la localidad de Metán (provincia de Salta, Argentina). Expertos llamaron a tener prudencia y no realizar afirmaciones apresuradas.

Según describe el sitio RT Noticias, la figura fue llevada a la casa de Rosana Mendoza Frías hace ocho años, luego que ella perdiera a un bebé en el parto. La dueño indicó que la primera vez que vio llorar a la virgen fue en abril de 2017, cuando “derramó sangre por tres días”.

Según el relato de la mujer, cerca de 7.000 personas llegaron hasta su casa luego que ella misma diera a conocer el fenómeno en redes sociales. Todos querían ver a la virgen.

La mujer asegura que esa imagen está relacionada con varios milagros en el lugar. Destacando que un hombre se sanó de un tumor cerebral de 8 centímetros y un policía que se recuperó de un accidente de servicio.

Sin embargo, también existen personas que dudan de la veracidad de este hecho. El propio párroco del pueblo, Carlos Gustavo Castillo, indicó al medio Cadena 3 que lo sucedido puede deberse a dos fenómenos.

“Hay dos tipos de hechos, uno más compatible con sangre seca, y después uno con la consistencia de un caramelo medio diluido. Aunque no creo que la familia tenga un interés económico con esta figura”, expresó.

Osvaldo Climent y Gustavo Paredes, ambos sacerdotes de Buenos Aires, llamaron a la población a ser prudentes frente al hecho. “La Arquidiócesis de Salta ya está al tanto de lo que está ocurriendo en la localidad con la Virgen Rosa Mística”, señalaron.

Desde el organismo indicaron que están pensando en enviar una delegación para investigar los hechos, expresando que puede deberse incluso a fenómenos climáticos. “Tampoco es algo improbable o sobrenatural”, concluyeron.

Si bien este caso es nuevo, antes ya que se habían dado a conocer supuestas lágrimas en figuras de yeso. El profesor Luigi Garlaschelli explicó en el sitio VIX que las causan se localizan en el ambiente.

“Se necesita una estatua de hueca de yeso o cerámica, la misma necesita estar cubierta en su exterior por una capa de impermeable. Al llenar la estatua con agua a través de un orificio imperceptible en la parte superior, el material poroso la absorberá, pero la capa exterior evitará que salga. Pero si se hace un ligero rasguño en el esmalte protector en la parte de los lagrimales, el agua absorbida saldrá por ella como si se tratase de lágrimas”.