Finalizaba agosto, era el verano de 2003 en Erie, Pensilvania, cuando se registró una de las situaciones más extrañas en la historia norteamericana: un repartidor de pizza llamado Brian Wells entró a un banco con una bomba en su cuello y una escopeta en forma de bastón, con la misión de robar 250.000 dólares (casi 170 millones de pesos).

Cuando el hombre salió, la policía lo rodeó, pero no esperaba que éste les hiciera una petición. Wells pidió ayuda a la policía para que le quitaran el artefacto, asegurando que tres personas a las cuales había ido a entregarles pizza lo habían obligado. Sin embargo, el escuadrón antibombas llegó muy tarde. El aparato explotó y Brian Wells murió al instante y frente a las cámaras de la televisión nacional, que grabaron todo lo sucedido.

Afortunadamente, la transmisión no fue en vivo, consignó la BBC de Londres. No obstante, el video del acontecimiento luego se hizo popular en internet, mientras la policía fue duramente criticada por no salvar la vida del hombre.

El fiscal general adjunto del FBI de la época, Marshall Piccinini, se excusó explicando que “el collar bomba fue diseñado de tal manera que cualquier intento de desactivarlo manualmente lo habría disparado. La única persona que podía desarmarlo con seguridad era la persona que lo creó”.

Netflix
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Según el diario The Mirror, la policía encontró notas escritas a mano en el auto de Wells, que describían una extraña búsqueda del tesoro, la cual arrancaba al culminar el asalto. La idea era que si se apegaba al plan, Wells iba a poder desactivar la bomba. Pero todo era una farsa, ya que por temas de tiempo y por la complejidad del dispositivo, Wells nunca iba a lograr salir con vida.

La Investigación

Según la cadena ABC, en 2003 un tipo llamado Bill Rothstein llamó a la policía, informando que el cuerpo de otra víctima (James Roden) estaba en su congelador y que la responsable era una mujer llamada Marjorie Diehl Armstrong. Pero, ¿qué tiene que ver esto con Brian Wells?

Antes que nada es importante conocer el historial de Diehl Armstrong: fue absuelta de matar a un exnovio, y su esposo murió luego de haber caído por las escaleras de su casa bajo extrañas circunstancias. Incluso ella y la persona que llamó a la policía para acusarla (Bill Rothstein) habían salido juntos.

La policía cerró el caso Roden condenando a Marjorie Diehl Armstrong a 20 años de prisión en 2005, pero poco después ella planteó -según el diario inglés Telegraph– intercambiar información sobre el caso del ‘Pizzero Bomba’ por un traslado a otra cárcel.

A pesar de ser constantemente cuestionada por tener problemas mentales, Marjorie era una mujer muy inteligente que logró salir absuelta de acusaciones como el asesinato de su primer novio a quien le disparó seis veces, argumentando que fue en defensa propia.

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Pasaron los años y el caso Wells no fue cerrado, pero junto a las pistas proporcionadas por Marjorie -quien siempre negó estar involucrada en el asesinato de Wells- surgieron en 2008 las declaraciones de Kenneth Barnes, quien se declaró culpable por su participación en el robo, pero no se quería hundir solo. Barnes dijo que “ella era la principal impulsora de la conspiración y planeaba usar su parte del dinero del robo para contratar a un asesino a sueldo para que matara a su propio padre (Harold Diehl) para reclamar su herencia”.

Cinco años más tarde es cuando surge la declaración que conecta ambos casos (la muerte de Roden y Wells), posteriormente de acuerdo con la investigación, se descubrió que Roden fue simplemente el conductor en las reuniones que conectaban a Barnes, Diehl Armstrong y a Bill Rothstein quien también estuvo involucrado pero no enfrentó juicio tras fallecer de cáncer en 2004. Otro personaje nombrado en la investigación fue Floyd Stockton, un delincuente sexual que compartía habitación con Rothstein, pero este no fue acusado.

El plan

Según la BBC, Marjorie dijo en referencia al asesinato de Roden: “Nunca le pedí que manejara un coche de escape y esa no es la razón por la que recibió un disparo”. No obstante, está bastante claro que eliminó a una pieza con información importante, bastante conveniente.

Según The Telegraph la policía maneja la teoría de que Diehl-Armstrong ciertamente lo planeó todo junto a Rothstein, estos dos terminaron incluyendo a su antiguo compañero de pesca Barnes quien sumó a Brian Wells, a quien le dijeron que el collar bomba seria falso, simplemente lo utilizaría como una coartada por si lo atrapaban. La cantidad de dinero supuestamente lo sedujo y fue sólo el mismo día que descubrió que había sido traicionado, siendo apuntado con una pistola y obligado a colocarse el collar explosivo real (diseñado por Rothstein) conduciéndolo a la extraña búsqueda del tesoro.

¿Fue Brian Wells realmente parte del robo?

Parece difícil de creer que Wells estuviese involucrado desde un principio en el plan. Su familia y sus vecinos lo describían como un hombre intachable, con más de 10 años en el mismo trabajo, siempre respetuoso, tímido y amable.

Quizá el único error de Wells pudo haber sido conocer a Jessica Hoopsick, una prostituta a la que llevaba viendo cinco años. Barnes (vendedor de crack) alquilaba habitaciones para Hoopsick, y según Telegraph, fue a través de ella que el hombre se vio involucrado en el plan, se desconoce si de manera intencional o fortuita.

No obstante, Hoopsick siempre insistió en que Wells nunca estuvo involucrado en el plan.

Por otro lado, el fiscal Piccinini ofreció unas declaraciones importantes a la BBC “Tenemos pruebas de que el Sr. Wells estuvo en varias reuniones con los conspiradores. Y fue visto conduciendo desde la casa de Rothstein el día antes del robo”. Así que la inocencia o no de Wells, sigue siendo una incógnita.

Muertes que se llevaron muchos secretos

Días después del robo falleció Rob Pinetti (compañero de trabajo de Brian Wells en la pizzería) por sobredosis, quien fue llamado a declarar respecto al caso; se informó que se había visto agitado tras conocer la noticia de Wells, debía declarar un lunes y falleció un domingo.

La familia de Brian Wells, según los informes, declaró que Pinetti era parte del plan y era quien debía llevar el collar, pero al recibir la llamada en la pizzería, mandó a su compañero.

Al asesinato de Roden, Wells y al suicidio de Pinetti, se suma la muerte de Rothstein, como otro de esos cabos sueltos que dejó la historia. El investigador retirado del FBI Jim Fisher, quien examinó el caso ampliamente, dijo al diario Wired: “Rothstein terminó ganando. Murió con todos los secretos. Murió llevándose todas las respuestas a la tumba. Se ríe por última vez en ese sentido. Escapó del castigo. Escapó de la detención. Nos dejó con estos idiotas y un montón de preguntas”.

El documental sobre este caso puede ser encontrado en Netflix bajo el nombre de ‘Genio del Mal’, uno de los casos más extraños de la historia estadounidense que dejó muchas más dudas, que respuestas.