La hazaña médica ocurrió en Montevideo, donde la estatura de la recién nacida era equiparable al termómetro con el que la asistieron. "En los últimos 40 años, la humanidad fue corriendo la curva de la viabilidad hasta límites impensables", señaló el jefe de Pediatría del Sanatorio Americano.
En el Sanatorio Americano de Uruguay, el 18 de marzo pasado, Olivia se convirtió en la bebé recién nacida de menor peso de los registros de Sudamérica, y en la más pequeña de la historia del país.
Ocurrió a las 16:50 horas en Montevideo, donde conoció el mundo con apenas 330 gramos. De acuerdo al diario uruguayo El Observador, su estatura era equiparable a la del termómetro con el que le tomaron la temperatura.
En el país sudamericano, nunca se había dado a luz a un bebé bajo los 400 gramos. El año pasado, el récord mundial lo consiguió Kwek Yu Xuan en Singapur, con un nacimiento con 212 gramos (peso similar al de una manzana).
Tras el parto de Olivia (después de 27 semanas de gestación), pasó 83 días bajo observación médica. “La beba nació en el instante justo. Unas horas más y puede que no hubiese resistido”, señaló el jefe de Pediatría del Sanatorio Americano, Enrique Di Lucci.
“En los últimos 40 años, la humanidad fue corriendo la curva de la viabilidad hasta límites impensables”, reflexionó el especialista, quien valoró los avances científicos de los últimos años.
“Ya existen placentas asistidas fuera del útero, por lo cual no es descabellado pensar en la gestación 100% fuera del cuerpo de la madre… Ya no es ciencia ficción”, asegura.
“Cuando pasó los 800 gramos, a los dos meses, me dejaron tomarla en brazos por primera vez. Tenía tanto miedo que entre el temblequeo se le desenchufó el tubo de oxígeno y la beba se empezó a poner morada”, recordó José, padre de Olivia.
“Vino una enfermera, una genia, y me dijo: ‘Tranquilo padre, todo va a estar bien"”, añadió el uruguayo, quien ya proyecta el primer cumpleaños de su hija.
