"Todos tenemos una historia que contar". Eso se volvió una consigna por parte de los artífices de un cambio del que ni los protagonistas podían creer. Ya no tenían nada que perder. Excepto, cabello de más.

Hay vidas que se desenvuelven lejos de la normalidad que muchos asumimos como derecho, en medio de tanto deber. Otros, con tan poco vivieron dramáticas transformaciones, cuando todo lo creían perdido.

Es el caso de las historias en esta nota, donde varias personas en situación de calle y en distintos continentes, tuvieron en común no solo la ausencia de un techo. Verse al espejo, los dejó vestidos de color esperanza.

Una de las situaciones ocurrió a inicios de la pandemia y en nuestro subcontinente. En Sudamérica, una iniciativa, manos talentosas y un par de tijeras hicieron la magia.

Otra situación similar se vivió años antes en España. A juzgar por su protagonista, la vida le dio otro resplandor momentáneo, en medio de la carencia.

En Chile, otros espejos reflejaron la alegría de quienes se sintieron un poco menos favorecidos durante las jornadas que les devolvieron una imagen que creyeron olvidada.

Las dramáticas transformaciones que alcanzaron a Coelho

No se trata del productor de las frases viralizadas, por ser un conocido escritor brasileño. El Coelho de las dramáticas transformaciones de esta nota, no se llama Paulo. Se trata de un hombre a quien un poco de fama le llegó sin buscarla.

João Coelho, de entonces 45 años, caminaba al frente de la peluquería de Alessandro Lobo, un cantante quien debido a la pandemia tuvo que reinventarse y dejar los escenarios en el estado de Goiás (centro de Brasil).

Cuando el mendigo caminaba afuera de su negocio, se dio la instancia de conversar un rato. Al poco rato, le ofreció un corte de pelo y algo más: la esperanza de verse transformado, aunque sea un poco, en medio de su realidad.

Coelho no tenía nada que perder, al menos eso creía. Se dejó intervenir por el cantante. Al cabo de un corto tiempo el cambio fue radical. Una forma de reinventarse como el ahora peluquero, según consta en la publicación del medio español 20minutos.es de diciembre del 2020.

Lobos aseguró que ayudó a Coelho a “sentirse un poco mejor” y a “dar un pequeño cambio en su vida”. De hecho, lo logró porque con la difusión mediática del video, la hermana de este “homeless” viajó de Brasilia a reencontrarse con su familiar.

“¡¡¡Un hurra por las buenas personas!!!!”, escribía el peluquero en su cuenta de Instagram, que ahora es privada.

João Coelho Guimarães, fue el hombre en situación de calle que fue transformado por un peluquero.
@Alessandrolobo / Instagram

Josete: de “El Gorila” a ostentar la pinta de un galán

La historia de Josete, llegó desde Mallorca, España.

Se trata de otro sujeto quien, sin contar con un techo, se volvió la imagen viral de las dramáticas transformaciones que diestros peluqueros ofrecieron a quienes estaban olvidados por casi toda la sociedad.

“Todos tenemos una historia… y esta es una de esas que vale la pena contar”, consignó la peluquería La Salvajería, cuando fue tras “El Gorila” para transformarlo en lo que medios como El Español, calificaron de un cambio espectacular.

Con 55 años de edad, José Antonio tiene un relato de vida potente. Un accidente laboral lo dejó sin empleo, la cesantía lo puso en depresión y ese trastorno psicológico en la calle. No pudo recuperarse, al punto de verse en solo y a la intemperie.

Todos esos datos hicieron que La Salvajería pusiera tijeras a la obra para devolverle esperanza a Josete, como también es conocido este hombre que se ganaba la vida -por así decirlo- cuidando coches en la plaza central de Mallorca.

“Cuando nos conocimos yo tenía un estudio en la plaza en la que él ayudaba a aparcar coches”, contó el peluquero y fotógrafo Salva García, “y siempre bromeaba con él diciéndole que tenía que cortarse la melena, pero él se resistía”.

Un día, Josete le tomó la palabra, pero al verse transformado se quedó casi sin esta.

La espectacular transformación de Josete: “Es que no soy yo”

Si alguien puede hablar de un antes y un después, es Josete. Las dramáticas transformaciones que años antes alcanzaron a Coelho en Brasil, lo cobijaron a él, pero al otro lado del atlántico.

Cuando el peluquero Salva García lo convenció de quitarse la melena, se dispuso a grabar todo el proceso en el que perdió cabello, además de un poco de barba y ganó notoriedad, no sólo en el sentido estético.

No obstante, primero es válido hacer mención de eso último, ya que después de un tiempo sentado en una silla, dejándose atender, llegó el momento de que alias El Gorila dejara atrás ese apodo y mucho más.

Cuando el peluquero le mostró la transformación, el llanto de una persona en situación de calle, asomó de golpe.

“No me reconozco”, decía mientras se tomaba su estilizada barba. “No me van a conocer te lo aseguro, en el barrio. Es que he cambiado totalmente. No soy yo”, dice en el video que recientemente retomó el medio británico The Sun, pese a que la situación ocurrió algunos años atrás. En este material audiovisual se ve cómo el sujeto, con pinta hipster, recorre las calles de Mallorca, ante la incredulidad de los residentes que lo conocían.

Josete ganó perdiendo cabello de más. La Salvajería le ayudó a colocar sus datos laborales en un sitio web, ya que manifestó que quería trabajar y consiguió ofertas de empleo, además de una habitación en un piso (departamento) de su ciudad.

Chile y las dramáticas transformaciones de personas sin hogar

Un año antes de la transformación de Josete en España, Chile ya sabía de las mieles de poner esperanza, quitando cabello de sobra.

Talento de la Academia de estilistas profesionales CEBU, cortaron el cabello a personas que dejaron la calle para entrar a un albergue en el Estadio Víctor Jara (Santiago).

“Cámbiale el look a tu vida”, se denominó la iniciativa estatal que reunió a peluqueros, barberos, masajistas y más, en favor de los que no tenían recursos para su apariencia física. Sólo para su supervivencia.

“El modelo que se está desarrollando acá, con el albergue y con todos los servicios que presta no se da en ninguna parte de América Latina y que este modelo seguramente se va a replicar a otros países”, vaticinó (en 2016) Patricio Acosta, presidente de la Cruz Roja que participó de la iniciativa.

En efecto, un año después se veía en España y luego en Brasil. Y aunque en esos países fue a título particular de emprendedores de buen corazón, siempre es válido replicar tan solidario servicio.

En Chile el programa "Cámbiale el look a tu vida", transformó a personas albergadas en Santiago.
Ministerio de Desarrollo Social / Chile