Una pareja de pastores evangélicos fue imputada en Argentina por presuntamente engañar a una jubilada de 85 años y quedarse con su vivienda en la ciudad de Bella Vista, a 30 kilómetros de San Miguel de Tucumán.
Según la investigación, habrían aprovechado la fragilidad emocional de la mujer, quien buscó ayuda espiritual tras escuchar ruidos que creyó “de origen sobrenatural”, para manipularla y hacerse con la propiedad.
Evangélicos “roban” casa a anciana en Argentina
La causa detalla que los acusados conocían a la víctima desde 2023 y que la maniobra comenzó este año, cuando la anciana acudió al templo en busca de contención.
Desde entonces, según la fiscalía, se iniciaron una serie de acciones destinadas a aislarla, confundirla y lograr que firmara documentos que cedían su casa.
El caso salió a la luz cuando una sobrina de la mujer denunció que vecinos habían visto a personas extrañas retirando muebles y pertenencias del domicilio. Al intervenir la Policía, se constató que los acusados no solo se habían instalado en la vivienda, sino que también habían iniciado remodelaciones, cambiado la titularidad de los servicios y expulsado a la verdadera dueña.
Los imputados, identificados como una docente y un empleado privado, fueron detenidos tras un allanamiento en el que se hallaron bienes de la jubilada y documentación vinculada a la supuesta transferencia del inmueble.
El engaño: del “ruido sobrenatural” a la firma del boleto de venta
Según la investigación, la maniobra comenzó cuando la mujer escuchó ruidos extraños en su vivienda y creyó que podían tratarse de “espíritus malignos”.
Desorientada por la situación, recurrió a los pastores con quienes mantenía un vínculo desde hacía un año. Ellos, en lugar de asistirla, habrían diseñado un plan para aprovechar su vulnerabilidad.
De acuerdo con el relato judicial, la anciana fue alojada en un sector de la iglesia administrada por la pareja. Allí comenzaron a convencerla de que estaba en peligro y que la única forma de protegerse era abandonando su hogar.
Este contexto fue clave para que los imputados la llevaran, en junio de este año, ante un hombre que se presentó como policía. Ese supuesto agente le hizo firmar un boleto de compraventa por su casa a cambio de $1.000.000 (cerca de 600 mil pesos chilenos) aunque, según la causa, solo recibió $15.000 (ni siquiera 10 mil pesos chilenos).
“La víctima, pese a ser propietaria, se encuentra viviendo en condiciones precarias junto a una sobrina, incluso compartiendo la cama. No cuenta con recursos para alquilar o adquirir otra vivienda”, señala un informe incorporado por el Ministerio Público Fiscal de la provincia.
La maniobra incluyó un episodio que las autoridades consideran especialmente grave, ya que, tras expulsarla de su hogar, la anciana fue trasladada a la casa de la madre de la imputada. Allí permaneció encerrada en una habitación, incomunicada, sin documentos y sin acceso a su tarjeta de débito, con la que los acusados controlaban el cobro de su jubilación.
Los investigadores concluyeron que existía una “evidente relación de superioridad ejercida por los acusados”, quienes se valían de la confianza que la víctima había depositado en ellos.
El informe médico señala además que la jubilada presenta “un perfil de vulnerabilidad que la hace influenciable y manipulable por terceros”.