Mientras los habitantes de la región de Nueva Gales del Sur (Australia), completan un esquema de inoculación anticovid y luchan contra el reloj para salir de las restricciones, una madre influencer decidió llevar la contraria a partir de sus convicciones, pero usando una estrategia que la llevó al tribunal social tras la que ha sido calificada como una infame publicación en sus redes sociales.

En contra de la vacunación, la mujer experimentó el rechazo colectivo, al comparar dos eventos: uno de la historia pasada, que cobró cientos de miles de vidas por decisión de un hombre sediento de poder, y otro que tiene que ver con un virus que también ha hecho de las suyas desde su aparición.

Ella supo que se puede ser madre, influencer y, a la vez, el centro de atención (de forma negativa), al no pensar en las consecuencias por los mensajes que se difunden.

@sarahmilss_amongstthestars

La estrella mal utilizada por nazis, en el pasado, y 3 hijos exhibidos en el presente

Sarah Mills es una madre soltera de Nueva Gales del Sur. Tiene tres hijos, y miles de quejas para esconderse.

Hace unos días, con un caudal de 100 mil seguidores en redes sociales como Instagram, Tik Tok y Facebook, decidió fustigar la obligatoriedad de la vacuna en esa región australiana. Si el mensaje hubiese sido un descargo, sin elementos gráficos que ofendieran a la historia y a sus afectados directos, este habría pasado desapercibido.

Sin embargo, Mills fue más allá al fotografiarse con sus hijos a quienes colocó una estrella de David en parte de su vestimenta, como en la de ella, según la publicación del medio australiano www.news.com.au.

Todo indicaría que se trata del símbolo que acompaña al judaísmo. No obstante, el que utilizó esta madre influencer, significa todo lo contrario y más.

Se trata de la estrella amarilla que los nazis colocaban a los judíos para identificarlos y posteriormente mandarlos a los campos de exterminio. Colocaban en medio de esta, la frase “Jude” (judío, en Alemán).

Sarah pensó que era significativo usar la misma forma para quejarse de la obligatoriedad de vacunación y escribió, en el símbolo que hizo portar a sus hijos, la palabra “No vax”. De ahí, el revuelo por sus acciones, de las cuales no pensó que le acarrearían un enorme rechazo.

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“A partir de hoy, ya no puedo entrar a restaurantes, cafés, teatros, cines, conciertos, museos, eventos deportivos, piscinas, tiendas de ropa o cualquier cosa que se considere no esencial”, fue parte del mensaje, utilizando la equivocada estrategia, además de a sus tres hijos.

Según esta conocida antivacunas en la mencionada región australiana era acertado comparar el Holocausto con la forma en que el gobierno de su país obliga a los ciudadanos a vacunarse, asegurando que “la historia se repetía”.

“Vivo en la región de Nueva Gales del Sur, por lo que hemos vivido libremente desde hace un tiempo, hasta hoy. Ayer estaba seguro para estar en público, hoy soy una amenaza”, aseguro, debido a que así se consideró por el hecho de no tener un esquema de vacunación anticovid”, expuso.

Sus hijos y el símbolo judío profanado por los nazis, no fue el único recurso visual que utilizó para llamar la atención en sus redes sociales.

En otra de las imágenes, se vistió simulando llevar parte de un pijama, a rayas, como los que portaban los prisioneros judíos en los campos de concentración, denominando el momento como “El prisionero 385968 se presenta al servicio”.

Para cuando Mills intuyó que su estrategia había tomado el efecto contrario, los habitantes de esa zona ya habían dejado sentir su malestar con esta mujer, quien horas antes manifestaba sus descargos públicos.

“Este NO es nuestro día de la libertad”, escribió. “Esta es la historia que repite nuestros errores, y si te has preguntado qué habrías hecho en el pasado, toma nota porque lo estás haciendo ahora”, fue parte de lo último que escribió, ya que tuvo que cerrar sus cuentas en las redes sociales ante la marea de opiniones y hasta amenazas en su contra.

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La comunidad judía: imágenes “indignantes y aborrecibles”

Uno de los representantes de la comunidad judía en Australia, reaccionó indignado a la forma de Sarah Mills de expresar su desacuerdo con la vacunación.

“Que la Sra. Mills use a sus hijos y explote la infame estrella amarilla que los nazis obligaron a usar a los judíos durante el Holocausto para identificarlos primero, luego deshumanizarlos y finalmente asesinarlos, simplemente para marcar un punto político sobre la vacunación obligatoria es indignante y aborrecible”, aseguró Dr. Dvir Abramovich, presidente de la Comisión Antidifamación, una organización líder de derechos civiles.

Considerando que la libertad de expresión de los antivacunas es un derecho para este sector, también ostentan el deber de no soslayar la historia y menos la de un pueblo que sufrió atrocidades por orden de Adolf Hitler.

“Si bien Sarah Mills ciertamente tiene derecho a expresar sus fuertes opiniones sobre las acciones tomadas por los gobiernos estatales en respuesta al brote de Covid-19, es más que indignante compararlas con las monstruosas leyes promulgadas por el Tercer Reich de Hitler”, aseveró.

La comparación de una medida gubernamental, con el Holocausto, es para la comunidad judía el desatino en esta historia.

“Nada en Australia iguala ni siquiera se acerca a las indescriptibles atrocidades llevadas a cabo a escala industrial por Hitler”, expresaron.

Foto: El Sol / Colombia

Mills, en tanto, con sus redes sociales eliminadas del ciberespacio, ha tenido tiempo para defenderse en su página web, desde la cual puede controlar los comentarios al respecto.

Se considera una mujer atacada debido a sus opiniones. Al parecer, no ha comprendido que comparar dos pasajes de la historia muy distintos fue el error en su estrategia. De hecho, colocó en este sitio un “Muro de la vergüenza”, donde exhibe a quienes le dejaron comentarios airados por sus anteriores publicaciones.

“Soy obstinada y franca, pero creo firmemente que todos tienen derecho a tener su propia opinión y simplemente deberíamos apoyar que todos tomemos nuestras propias decisiones en la vida”, escribió Mills.

Para Abramovich, la mujer debe ofrecer una disculpa por lo que hizo y que “deje de endurecer el debate”.

“Tales ecuaciones (comparaciones) tontas degradan el asesinato de millones de judíos y otros y son históricamente inexactas y extremas. Quizás si se encontrara con un sobreviviente del Holocausto, entendería lo equivocada que está”, aseguró este representante.

Por el momento, mensajes como el de Mills no han mermado el interés de los residentes de Gales del Sur en completar su esquema de vacunación. Se espera que para el lunes 18 de octubre el 80% de la población esté vacunada, con segunda dosis, a fin de que se levanten las restricciones de esa zona. De no ser así, deberán esperar dos semanas más para que pueda ocurrir dicho avance.

Se sabe que al menos el 90% de los ciudadanos ya cuentan con la primera dosis de la vacuna contra la covid, pese a los mensajes de Sarah y otros que se rehusan a vacunarse.

NCA NewsWire / Jeremy Piper