Las fiestas clandestinas se han convertido en una de las peores enemigas para quienes intentan contener la pandemia en nuestro país. Diciembre y enero concentraron gran cantidad de hechos de este tipo, los cuales debieron ser detenidos por Carabineros.

Uno de ellos ocurrió a fines de 2020 en Espacio Broadway, donde autoridades debieron detener y controlar un ‘carrete’ ilegal que se desarrollaba en lugar.

En ese instante personal policial detuvo al menos a 200 personas bajo el artículo 318, el cual busca sancionar a quienes ponen en riesgo la salud de la sociedad en medio de la emergencia sanitaria.

No obstante, la situación que generó mayor polémica ocurrió a comienzos de este 2021, cuando se revelaron registros de una fiesta clandestina que ocurrió al interior de una residencia de la localidad de Cachagua, en la cual participaron no menos de 80 personas.

El jolgorio fue masivo y clandestino durante año nuevo. En un video grabado en el evento, se ve que los asistentes no utilizaron ni mascarilla ni mantuvieron la distancia social, ya que el espacio era reducido. Incluso habrían asistido menores de edad, y según información de Radio Bío Bío, el evento habría sido publicitado en redes sociales.

Los resultados de este ‘carrete’ fueron trágicos, ya que Zapallar aumentó exponencialmente sus casos locales de coronavirus, lo que obligó a que la comuna bajara de categoría en el Plan Paso a Paso.

Fiesta en Espacio Broadway | Twitter

“Zapallar aumentó sus casos, a propósito de esta fiesta clandestina, en un 307%. Si alguien se muere, ya saben a quién ir a preguntarle”, declaró indignada en ese momento la Subsecretaria Katherine Martorell.

¿Quiénes son?

Las cifras en esta materia son poco alentadoras y hablan de una especie de ‘descontrol juvenil’ que se ha ido evidenciando desde septiembre en adelante.

Según los datos entregados por el Departamento de Análisis Criminal de Carabineros (DAC), publicados por La Tercera, desde el 19 de marzo de 2020 hasta el 14 de enero de este año se registraron 213 eventos masivos clandestinos, los cuales reunieron un total de 7.887 asistentes y dejaron otros 2.834 detenidos.

En todo este periodo han sido detectadas 138 fiestas ilegales por parte de Carabineros, las cuales representan cerca de un 65% de eventos irregulares que fueron presentados hasta la fecha. De todos estos, más de la mitad fueron entre el noveno mes del año pasado y comienzos de éste.

Aquello coincidió precisamente con el aumento exponencial de casos totales de enfermos y asintomáticos, que tienen a Chile con una media aproximada de 4.000 nuevos infectados por coronavirus a diario.

Las cifras indican que han sido detenidas 2.450 personas por participar en eventos de este tipo, de las cuales se desprende que un 37.4% son adultos entre 26 y 36 años y 33% de jóvenes cuyas edades están entre los 18 y 25 años.

Fiesta clandestina en Las Condes | Agencia UNO

Asimismo, un dato no menor que está presente en el informe es que un 2,7% del total de detenidos corresponden a menores de 18 años.

“Las fiestas clandestinas se concentran en domicilios particulares, manteniendo en términos generales un número acotado de asistentes. Sin embargo, se han detectado y registrado casos de fiestas clandestinas en los que se ha evidenciado que personas inescrupulosas han organizado eventos masivos en parcelas, galpones o centros de eventos, vulnerando toda recomendación de la autoridad sanitaria, quebrantando las normas de salud impuestas en el contexto de pandemia”, expuso el teniente Jorge Rodríguez, analista criminal del DAC.

Todo esto ha llevado a que, en las últimas semanas, desde el gobierno se intensifiquen los llamados de atención hacia los infractores, intentando realizar advertencias apelando a la cordura, las cuales no siempre son escuchadas.

“Si las personas no respetan las medidas sanitarias por voluntad propia, eso tiene un impacto negativo en las personas. Las señales son duras, las señales son sanciones económicas que sabemos que tiene un impacto en las personas”, indicó hace algunas semanas Paula Daza, Subsecretaria de Salud Pública.

“Si no les duele que una persona esté falleciendo, que una persona esté gravemente enferma, les va a doler por el bolsillo”, añadió.

¿Por qué ocurre todo esto?

Las viralizaciones de videos de adolescentes y jóvenes en fiestas clandestinas, a través de redes sociales, ha llevado a que muchas personas cuestionen estos comportamientos en medio de una crisis sanitaria severa, la cual va a cumplir un año en Chile.

Para obtener respuestas, BioBioChile conversó con la médica Viviana Herskovic, psiquiatra infanto-juvenil de Clínica Las Condes, quien sostuvo que existen responsabilidades compartidas, tanto en la prevención como en la ejecución de los actos.

Captura | Fiesta Cachagua

“Los adolescentes están en un periodo en su desarrollo en el que se sienten invulnerables, sienten que los riesgos no los corren ellos, que no les van a pasar a ellos. Un ejemplo clásico de eso es el consumo de tabaco, porque esa es la edad donde ellos se ponen a fumar, porque aunque todo el mundo sabe que fumar da cáncer y produce enfermedades, en ese momento el adolescente siente que eso le pasa a otros, no a ellos”, indicó.

“No logran medir los riesgos a largo plazo, entonces yo creo que tiene mucho que ver con eso. Esta situación del coronavirus la ven como algo que afecta a otras personas. Y, entre pensar en satisfacer la necesidad inmediata de ir a una fiesta, ver a los amigos, pasarlo bien y pololear, comparando con pensar en el bien social de la comunidad, de no contagiarse, puede ser que a ellos les cueste medir las consecuencias inmediatas y prefieran ir a la fiesta”, añadió.

“Se encuentran en una etapa del desarrollo en la que hay más impulsividad y no logran sopesar bien las consecuencias de sus actos”, sostuvo.

En este sentido, la especialista sostuvo que gran parte de la responsabilidad por estos casos recaen en los padres, asegurando que la práctica de dar el ejemplo será una parte clave para evitar que jóvenes caigan en acciones de este tipo, nuevamente.

“Yo creo que lo que tenemos que hacer nosotros los papás es hablar todos estos temas con nuestros hijos y liderar con el ejemplo. Yo creo que no todo el mundo realmente se ha preocupado de cumplir bien las indicaciones de nuestras autoridades o creo que hay muchas personas que se sienten como una excepción y siempre encuentran una justificación para no cumplir con las medidas de cuidado”, explicó.

Captura | TVN

“Siento que cuando somos mal ejemplo ahí si que dejamos la puerta abierta para que nuestros hijos sientan también que se puede hacer cualquier cosa con pocas consecuencias. Eso es lo más importante, conversar y dar el ejemplo”, acotó.

Por otro lado, Herskovic apeló al concepto de “protección” que los padres deberán seguir ejerciendo con sus hijos que estén en edad adolescente.

“Pienso que como padres también nos dan pena nuestros hijos, porque han estado encerrados, y quizás por eso puede costar decirles que ‘no’. Creo que como generación hemos tenido dificultades en ponerle límites a nuestros hijos y es algo importante de hacer para cuidarlos. Si en verdad consideran que algo es peligroso, no corresponde, y no deberían ir, uno tiene el derecho y deber de aconsejarlos”, indicó.

“En el fondo hay que explicarles que uno puede entender el sentimiento, las ganas que tienen de ver y juntarse con los amigos, pero también deben ayudarlos a ver alguna forma de hacerlo de una manera más segura, con grupos pequeños, mascarillas y cumpliendo con las normativas. Eso es cuidar a los hijos. A veces sentimos que hay que ser amigos de los hijos y que si les decimos un ‘no’ les estamos haciendo daño, pero hay que acordarse que el trabajo de papás es protegerlos”, continuó.

Hay que señalar que, a la fecha, Chile acumula un total de 714.143 casos totales de coronavirus, con un total de 18.174 muertes asociadas al virus.