Medios en España dieron cuenta de un insólito caso ocurrido a Rogelia Blanco, mujer que fue declarada como muerta de coronavirus, velada por su familia e incluso enterrada. No obstante, la historia dio un vuelco impactante cuando, hace algunos días, regresó a su casa totalmente recuperada.

De acuerdo al diario La Voz de Galicia, todo empezó el pasado 29 de diciembre, cuando se informó de un brote de COVID-19 en la residencia de adultos mayores de San Bartolomeu, en la ciudad de Lugo.

En ese entonces Rogelia fue diagnosticada con la enfermedad, por lo que fue trasladada hasta residencia de la Fundación San Rosendo, la cual tenía implementación para atender pacientes positivos. En ese grupo iba otra mujer llamada Concepción, conocida como Conchita.

Esos días la salud de la mujer empeoró, por lo que debió ser enviada hasta el Hospital de Burela en ambulancia. Sin embargo, el vehículo sufrió un desperfecto técnico en la ruta, por lo que el viaje demoró dos horas más de lo presupuestado.

El error se produjo cuando ella fue ingresada hasta el centro médico, ya que en los trámites administrativos la confundieron con “Conchita”. De esta forma, Rogelia entró como Concepción y viceversa; ambas estaban en condición grave, por lo que no se percataron.

Rogelia y su marido Ramón

Las dos compartieron habitación en el hospital por algunas semanas, hasta que Conchita falleció el pasado 13 de enero a causa de complicaciones de la enfermedad.

No obstante, y debido al error administrativo, la identidad de la mujer fue confundida y se informó que la fallecida era Rogelia.

“Un error de identificación durante el proceso de traslado desde Xove a Pereiro de Aguiar propició que el 13 de enero se certificase el fallecimiento de una de ellas, aunque equivocadamente se le asignó la identidad de su compañera”, explicaron en un comunicado.

El funeral de la mujer se realizó el pasado 14 de enero, sin saber que el cuerpo correspondía a Concepción. A éste asistieron su esposo Ramón y sus siete sobrinos. El matrimonio no habia tenido hijos.

Sin embargo, la verdad era que Rogelia estaba recuperándose de forma satisfactoria de la infección por coronavirus, por lo que los médicos pensaban incluso darle el alta apenas diera positivo al examen PCR.

La Residencia de San Bartolomeu

Pasó el tiempo y este sábado 23 de enero las personas esperaban a que Conchita llegara hasta la residencia; pero esto no ocurrió, ya que quien arribó hasta el lugar fue la señora de apellido Blanco.

Como era de esperarse, muchas personas quedaron anonadas con lo que había ocurrido, más aún al saber que habían velado a la persona errada hace nueve días.

Sin ir más lejos su esposo tampoco creía esta confusión, aunque por ahora está a la espera de poder abrazar a su esposa.

“La Fundación San Rosendo lamenta profundamente el desafortunado incidente. Tras conocer el error, procedió inmediatamente a informar a las familias y ha enviado un escrito a los juzgados de Orense y Viveiro para advertir de los hechos e iniciar los trámites para repararlos”, concluyeron desde la residencia en un comunicado.