Ciudadanos de un pueblo en México decidieron tomar, literalmente, la justicia en sus manos durante los últimos días, luego que ataran a un alcalde contra un árbol debido a que entregó una obra pública en mal estado. La autoridad debió dar explicaciones.

El hecho ocurrió el pasado domingo en el municipio de Frontera Comalapa y el afectado fue un alcalde llamado Óscar Ramírez Aguilar, quien fue increpado por residente de 11 barrios de la comunidad.

La obra es un tanque de agua potable que fue entregado para abastecer a un sector importante de aquel pueblo. No obstante, de acuerdo a declaraciones de los vecinos, éste no cumplía con los requerimientos mínimos para funcionar.

De acuerdo al Diario de Chiapas, el artefacto tenía al menos tres fugas de agua, las cuales habían sido aparentemente arregladas antes que éste se entregara a la comunidad.

No obstante, a los dos días de funcionamiento los mismos ciudadanos notaron que estos “parches” estaban destruidos y el agua se estaba fugando desde el tanque.

Fue así como decenas de personas decidieron ir a buscar al alcalde hasta el edificio municipal, pero no se encontraba en ese lugar. Horas después, luego de escuchar la versión de un testigo, advirtieron que en realidad se hallaba inspeccionando un parque.

Tras conocer eso todos encaminaron hasta ese lugar, donde finalmente dieron con Óscar Ramírez Aguilar, a quien encararon por el mal estado de la obra. Algunos sostienen incluso que el hombre fue atado a un árbol para asegurarse que no escapara.

En el lugar no hubo violencia física ni arrebatos de personas, aunque las críticas fueron bastante duras hacia él. El instante fue grabado y publicado en redes sociales.

“Nos prometió que sería un obra digna para los comalapenses, pero todo quedó en una farsa porque el sistema de agua no funciona bien, es un problema añejo que debe ser atendido con forma y que debe ser prioridad en este trienio, porque con esa promesa llegó a vernos a nuestras casas y ahora no quiere cumplir”, se escuchó decir a un vecino.

Por su parte, Ramírez Aguilar sostuvo posteriormente en un video personal que “nunca fue amarrado a un árbol” y más bien se “trató de una reunión que se desarrolló en buenos términos” con los habitantes del pueblo.

“No me amarraron, la reunión fue con once representantes de barrios de la cabecera municipal de Comalapa para acordar detalles de una obra de alto impacto, la introducción de agua potable”, expuso.

Por ahora, la autoridad se comprometió a que los problemas con el tanque de agua estarán solucionados en un plazo de dos semanas.