Medios de Estados Unidos dieron a conocer el caso de Lucio Delgado, un joven mexicano que emigró a Estados Unidos hace siete años para lograr una mejor calidad de vida. Su única dificultad era su ceguera, la cual logró sobrellevar con el paso del tiempo. No obstante, en los últimos días sufrió un contratiempo.

Según detalló el diario Washington Post, Lucio aprendió inglés a través de tutoriales orales, los cuales le sirvieron para saber vocabulario y gramática; para insertarse en la sociedad.

Con el paso del tiempo obtuvo un permiso de residencia en el país y un trabajo para solventar sus gastos. Como era de esperarse, su siguiente paso era obtener la nacionalidad.

Para aquello, declaró, estuvo preparándose por dos años, en los cuales estudió parte de la Constitución de EE.UU., historia y hechos actuales de aquel país.

Así fue como a mediados de febrero llegó hasta el Servicio Civil de Chicago para dar la serie de exámenes. Los primeros de ellos los pasó con buena evaluación.

Washington Post
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No obstante, en otra parte de la prueba le pidieron algo que era imposible para él: que leyera en inglés una frase que estaba escrita en una pantalla.

Al no poder realizar la acción, la única opción que le dieron los funcionarios fue ampliar el tamaño de las letras, lo que tampoco le servía a Lucio.

Ante esto, él pidió si le permitían leer la frase mediante un sistema braille, pero desde el lugar le explicaron que no tenían ese sistema. Debido a esto, el joven debió retirarse sin haber aprobado.

“Realmente no esperaba que no me proporcionaran ese elemento tan básico (la oración en braille). Fue una gran sorpresa, sinceramente”, indicó al citado medio.

Como era de esperarse, el caso llegó a los medios de Estados Unidos, quienes levantaron la historia del joven y denunciaron al Servicio Civil de Chicago por malos tratos y presunta discriminación.

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Tal fue la presión que una portavoz de aquel lugar indicó que la organización dará una nueva fecha de postulación a Lucio, quien deberá rendir el examen a fines de marzo.

No obstante, el joven tendrá que gastar 3.000 dólares nuevamente y obtener un nuevo número de llamado, lo que dificulta esta posibilidad. No obstante, no se da por vencido.

“Sucederá… muy pronto. El día cuando finalmente declare mi estatus como un orgulloso y legal ciudadano de Estados Unidos de América”, concluyó.