Medios en Estados Unidos informaron sobre el triste deceso de una niña de seis años en un campo de golf. Según detallaron informes policiales, la pequeña falleció a causa del golpe que le provocó una bola de golf que había lanzando su padre en medio de un juego.
De acuerdo a lo detallado por CNN, la menor de edad estaba sentada en un carrito dentro de un campo llamado Links at Sleepy Ridge en Utah. En ese instante, su padre estaba en medio de un juego junto a un amigo.
En un momento determinado, el hombre realizó un golpe a la bola, la cual dio accidentalmente en la cabeza de su hija, dejándola inconsciente dentro del carro.
La pequeña, identificada como Aria Hill, fue trasladada en estado crítico hasta el hospital general Trent Colledge. Posteriormente fue llevada hasta un centro asistencial para niños, en el cual falleció el pasado lunes.
La policía inició una investigación para determinar cómo ocurrieron los hechos, aunque descartaron de plano presentar cargos contra el padre de Aria, debido a que el hecho fue catalogado como un lamentable accidente.
David Smith, tía de la menor, indicó al medio Fox News que ella pasaba bastante tiempo junto a su padre en el campo de golf, aseverando que aquella era la actividad favorita de ambos.
“A ella le encantaba hacerlo y lo pasaba muy bien junto a su padre. Esa era una de las actividades que hacían juntos. Fue algo realmente importante para ambos y que hicieron todo el tiempo”, declaró.
De acuerdo a un estudio publicado por un forense español llamado Carlos Guerrero, en 2012, una bola de golf en el aire puede ser incluso más letal para un ser humano que el impacto de una bala, debido a la velocidad en que se desplaza.
Dentro de sus conclusiones, el profesional indicó que estas pueden alcanzar una velocidad de 300 kilómetros por hora, por lo que puede causar daños letales en caso de golpear a las personas en zonas determinadas, como la cabeza por ejemplo.
“Una bola de golf puede incluso provocar la muerte si su proyección tiene un efecto de generar contusiones con una violencia tan grande que dañe determinadas zonas del cuerpo”, expresó.
“La velocidad que se le impere tiene una correlación con el efecto que puede provocar un arma de fuego, y en determinadas ocasiones, hay palos que pueden provocar que la bola tenga más velocidad que la bala que sale de una pistola”, concluyó.
