Una insólita situación se registró en el estado de Alabama en Estados Unidos, donde una mujer que perdió un embarazo producto de un disparo en el vientre está siendo juzgada por la muerte del feto.

Tal como recoge el diario The New York Times, Marshae Jones tenía cinco meses de embarazo cuando la balearon en el abdomen durante un tiroteo.

Aunque el incidente ocurrió en diciembre, este miércoles las autoridades del condado de Jefferson acusaron a la mujer de 28 años de homicidio involuntario y la detuvieron, exigiéndole una fianza de 25 mil dólares (unos 17 millones de pesos) para liberarla.

De acuerdo a la policía, Jones recibió el disparo en medio de una riña con otra mujer. Según ellos, la imputada es culpable porque inició la disputa que condujo al tiroteo, por lo que se expuso ella misma al daño.

El teniente Danny Reid, del Departamento de Policía de Pleasant Grove indicó que “la única víctima verdadera en esto fue el bebé por nacer” y que “fue la madre del niño quien inició y continuó la pelea que resultó en la muerte de su propio bebé por nacer”.

“Cuando una mujer embarazada de cinco meses inicia una pelea y ataca a otra persona, creo que tiene alguna responsabilidad con ella misma en cuanto a cualquier lesión a su hijo por nacer”, dijo Reid. “Esa niña depende de su madre para tratar de evitar que sufra daños, y no debe buscar altercados físicos innecesarios”, añadió.

Esta situación, tal como rescata NYT, se produce en medio del debate sobre los derechos de las mujeres embarazadas sobre sus cuerpos que tiene precisamente a Alabama en el ojo del huracán.

Recordemos que en mayo pasado la gobernadora Kay Ivey firmó la ley antiaborto más estricta de Estados Unidos, que contempla un siglo de prisión para los médicos que lo practiquen y tiene como fin llevar el debate a la Corte Suprema de Justicia.

La legislación aprobada por la mayoría republicana del Senado de Alabama -todos hombres blancos-, no contempla excepciones en caso de incesto o violación. El aborto sólo es aceptable si hay peligro de muerte para la madre o el feto.

Alabama se encuentra entre los 38 estados del país norteamericano que penalizan el aborto, reconociendo a los fetos como víctimas en casos de violencia contra una mujer embarazada, según la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales. La ley reconoce a un feto en cualquier etapa de desarrollo como una “persona” en un contexto de homicidio o agresiones.

Tras la detención de Jones, grupos defensores del aborto la han respaldado, asegurando que este caso es un ejemplo de cómo se trata a las personas de color y criminaliza sus embarazos, asegurando que hay mujeres que han sido juzgadas cuando han muerto sus fetos en accidentes de tránsito.

“Así es como las personas, especialmente las mujeres de color, ya están siendo castigadas y se están criminalizando sus embarazos”, dijo en un comunicado la Federación Nacional del Aborto, una asociación profesional de proveedores de servicios de aborto.

Según señala NYT, los detalles del tiroteo no están claros. La información que trascendió es que Jones recibió un disparo en el estacionamiento de una tienda, y según la versión de las autoridades fue en medio de una riña con otra mujer por el padre del niño. Tras el incidente, Marshae fue llevada de inmediato a un hospital donde habría sido operada.

Por ahora, desde la fundación Yellowhammer, que facilita el acceso al aborto a quienes no pueden costearlo en Alabama indicaron que estaba realizando gestiones para sacar a Jones de la cárcel y conseguirle un abogado porque “perder un embarazo no es un delito”.