En 2011, la Universidad de Yale prohibió el funcionamiento de Delta Kappa Epsilon (DKE), una antigua fraternidad universitaria por donde pasaron seis presidentes norteamericanos. La sanción se debió a la aparición de un alarmante video, donde se veía a un grupo de sus integrantes gritando contra las mujeres y llamando a la violación.
“‘No’ significa ‘Sí’. ‘Sí’ significa anal”. Esta era una de las consignas que los miembros de la fraternidad gritaban a las afueras del Centro de Mujeres de Yale, el cual acoge a las estudiantes en problemas y víctimas de violación.
El polémico clip fue grabado en 2010, durante la semana de iniciación de los novatos de la fraternidad, también llamada “Hell Week” (Semana del Infierno). Allí se les forzó a quitarse la camisa y los zapatos, y caminar amarrados durante la noche por el campus.
Pero eso no era todo, porque también se les obligó a gritar cosas como “malditas prostitutas” y “Soy necrofílico. Me cojo a las mujeres muertas y las lleno con mi semen”.
Tras varias denuncias y rechazo público a lo ocurrido, la universidad decidió sancionar a DKE y les prohibió asociarse oficialmente con Yale desde mayo de 2011 hasta mayo de 2016. También les negó la posibilidad de utilizar cualquier tipo de plataforma social oficial de la entidad y reunirse en propiedades universitarias. Sin embargo, la universidad nunca quiso revelar las sanciones individuales que tuvo cada uno de sus miembros.
En ese periodo la fraternidad sostuvo que sus días de “conducta sexual inapropiada” habían terminado… sin embargo, las cosas no fueron así.
DKE fue fundada en Yale en 1844, convirtiéndose en una de las fraternidades más antiguas de Estados Unidos, con delegaciones en más de 50 instituciones en Norteamérica. Se le conoce como la “Fraternidad de futbolistas blancos” y mantienen una reputación de agresivos y de no respetar a las mujeres. Además, a través de su historia, cientos de sus miembros han enfrentado denuncias de acoso sexual y violación.
Pese a ello, y como mencionamos también anteriormente, seis presidentes de Estados Unidos fueron miembros de la fraternidad en su época universitaria, entre ellos, Rutherford B. Hayes, Theodore Roosevelt, Gerald Ford, George H. W. Bush y su hijo George W. Bush. De hecho, este último ha defendido la organización que ha sido acusada de humillar a sus miembros, incluso en 1967 se les denunció por marcar a los novatos con un hierro caliente en forma de D, pero el expresidente aseguró que se trataba “sólo de quemaduras con cigarrillos”.
Otro de sus notorios miembros fue Brett Kavanaugh, un jurista nominado por el presidente Donald Trump para servir como juez asociado de la Corte Suprema de los Estados Unidos. Tras darse a conocer su postulación, la profesora de psicología Christine Blasey Ford lo denunció por intento de violación en la década de los 80, lo que dio pie a la aparición de denuncias de otras víctimas.
Kavanaugh se defendió asegurando que se trataba de una maquinación de la “izquierda” y que era completamente inocente. Paralelamente, fue confirmado como Juez, desatando la furia de casi toda la nación.
A las denuncias en su contra se sumó que el diario Yale Daily News publicó una antigua y polémica foto de la época en la que era miembro de KDE, donde se ve a uno de los miembros de la organización sosteniendo una bandera hecha con ropa interior femenina.
También aseguraron que el abogado era miembro de una sociedad secreta llamada Truth and Courage (Verdad y coraje), que también era conocida como “Tit and clit” (teta y clítoris), la cual era sólo para hombres y reunía principalmente a atletas blancos.
Según el mismo profesional, simplemente era un grupo de amigos que se reunían a beber, sin embargo, también circulan versiones que dicen que sus encuentros giraban en torno al sexo.
En esa época KDE mantenía una antigua tradición de falta de respeto y trato degradante hacia las mujeres, sin mencionar decenas de denuncias de intentos de violación, las cuales nunca llegaban a buen puerto, debido a los tiempos en que se vivía.
Muchas mujeres de la época temían encontrarse con los miembros de KDE o entrar a sus fiestas, pues era un secreto a voces el peligro que corrían en el lugar, cuando los integrantes de la fraternidad tomaban más de la cuenta.
“Los chicos de DKE eran cerdos. Hombres horribles. Este es el tipo de personas [con que Kavanaugh] eligió rodearse”, señaló una fuente anónima al portal Huffpost.
Y al parecer, las cosas no han cambiado del todo. Múltiples testigos aseguran que los miembros de DKE se sientan en las afueras de la casa que comparten y hacen gestos sexuales a las mujeres que pasan.
Una mujer que visitó el lugar, aseguró a Bussines Insider, que una vez que pasó la puerta se sintió como un pedazo de carne en exhibición.
Dentro de la casa vio a hombres con cuerpos de deportistas, sin camisa y con botas vaqueras, tocando música country y usando gorros con el slogan de Trump, “Make America Great Again”.
En 2016, la fraternidad volvió a la vida en Yale, donde las denuncias de acoso e intento de violación también resurgieron rápidamente.
Una de ellas, de hecho, fue contra un expresidente de la agrupación, quien había asegurado que los miembros de su generación “habían desempeñado un papel importante en el cambio cultural” en la fraternidad desde el incidente de 2010.
Según Yale Daily News, las denuncias fueron corroboradas con mensajes de texto, testigos directos y amigos que confirmaron que se les había informado sobre el incidente al día siguiente.
Los cargos fueron acreditados y el hombre finalmente fue expulsado de la fraternidad y suspendido de Yale, por “penetración sin consentimiento”.
Pero la reputación de DKE trascendió la frontera de EE.UU. y llegó hasta la universidad de Edimburgo en Escocia, donde nació Alpha Sigma, la que tampoco ha estado ajena a las polémicas.
The Student, el periódico de la escuela de Edimburgo, filtró el contenido de varias reuniones de la fraternidad, en una donde uno de los miembros dijo a sus compañeros que deberían llevar integrantes de la sociedad feminista (FemSoc) del campus a un “viaje de violación”, entre varias otras cosas.
En otra conversación se sugirió organizar un juego de paintball entre DKE-AS y FemSoc para “calmar las aguas”, pero cuando la propuesta fue vetada, el hombre le preguntó: “¿Pero cómo vamos a violarlas?”.
El periódico estudiantil también informó sobre las acusaciones de que los miembros de la fraternidad bromeaban acerca de ofrecer a mujeres borrachas llevarlas a casa para después aprovecharse de ellas.
La vicepresidenta de la Asociación de Estudiantes de la Universidad de Edimburgo, Eve Livingston, emitió de inmediato una declaración diciendo que los comentarios filtrados eran “inaceptables” y violaban la política de la universidad contra el acoso sexual y el “chantaje”.
En un comunicado a través de Facebook, la sociedad feminista también condenó enérgicamente el comportamiento de sus compañeros y lo calificaron como “abominable” y “el hecho de que este tipo de comportamiento sea aceptable para un grupo de estudiantes, y que incluso se haya registrado en actas oficiales, es un claro ejemplo de cómo el sexismo desenfrenado y la misoginia existen en nuestro entorno cotidiano”.
Siendo las fraternidades organizaciones que no están afiliadas a las universidades, es muy difícil para las instituciones poder controlarlas de alguna forma. De hecho, en 2012 el decano de Yale intentó ganar influencia sobre DKE tratando que la fraternidad se convierta en un grupo estudiantil oficial, sin embargo, los miembros no estuvieron de acuerdo y se le acusó de querer “llevarlos a una esfera de influencia” con sus nuevas regulaciones. Hasta el día de hoy, DKE permanece sin estar registrada en el campus, al igual que varias otras instituciones.
