Un estadounidense conocido como Zachary Koehn fue condenado el pasado martes a cadena perpetua por una corte del estado Iowa. El hombre estuvo acusado de asesinar a su propio hijo de tres meses, luego que lo encerrara y desatendiera hasta morir.

Según detalla la revista estadounidense People, el hombre dejó al pequeño Sterling en una habitación cubierta y con la puerta cerrada. En más de una semana no le dio ningún tipo de atención y él murió. La actitud fue definida como asesinato en primer grado.

El citado medio agregó que, en la audiencia, la fiscal del caso expresó que Koehn sabía el daño que estaba llevando a cabo y decidió “no hacer nada”, dejando al niño totalmente descuidado.

Policía EEUU
Policía EEUU

La Fiscalía agregó que la esposa del sujeto y madre de Sterling, Cheyanne Harris, también sabía de aquel descuido y no efectuó ninguna acción, ya que siguió haciéndose cargo de su otra hija en el mismo departamento.

La situación hizo que las heces del bebé se acumularan en su pañal y se desarrollara la bacteria Escherichia coli, la cual ingresó en el torrente sanguíneo y causó una infección.

A esto se sumó que la habitación atrajo moscas, debido a los malos olores, las cuales depositaron huevos que días después se convirtieron en gusanos nocivos para el pequeño.

Policía EEUU
Policía EEUU

Finalmente, un análisis forense determinó que Sterling murió por causa de la desnutrición, deshidratación y múltiples infecciones. Si bien la defensa intentó expresar que los crímenes no se habían comprobado, los argumentos fueron desestimados por la corte.

Cabe señalar que Cheyanne Harris será juzgada en enero próximo, arriesgando la misma pena que su esposo. Inicialmente, ella se declaró como inocente de los cargos que le quieren imputar.

Por lo pronto la otra hija que ambos tienen está al cuidado de una organización social, a la espera de lo que suceda con su madre.