Un hombre británico de 48 años, identificado como Peter Ridgen, fue condenado por la justicia de su país a seis meses de cárcel y a pagar una multa de 115 libras esterlinas (unos 100 mil pesos chilenos), luego de comprobarse que mantenía dos matrimonios simultáneos.

Mahala, su mujer, lo descubrió a través de Facebook después de que Ridgen luego de diez años de matrimonio despareciera “misteriosamente” en 2003, bajo la excusa de que iría a trabajar a la ciudad de Londres. Lo cierto es que él nunca más volvió.

Según recoge el portal de noticias del país, The Sun, después de tener un tanto asumida la situación y querer buscarlo sólo para obtener el divorcio, tras 10 años de abandono logró encontrar a Ridgen en Facebook.

Peter Ridgen | Facebook
Peter Ridgen | Facebook

Ese fue el momento en que se sorprendió encontrándose con que el hombre, que trabajaba como guardia de seguridad, mantenía una relación paralela: tenía otra esposa y un hijo.

La pareja había contraído matrimonio en 2000 y, tras la boda, convivieron en la ciudad de Bolton hasta la “desaparición” del hombre.

Ridgen conoció a su segunda esposa, Kerry, luego de estar tres años lejos de su familia original en la localidad de Ramsgate, Kent. En 2007 se casó nuevamente, para más tarde tener al hijo. Ella no sabía que había un matrimonio anterior.

Cuando Mahala se percató de que estuvo siendo engañada durante muchos años, concurrió a la policía a realizar la denuncia por bigamia. Las autoridades aseguraron que la mujer estaba visiblemente conmocionada.

Peter Ridge | Facebook
Peter Ridge | Facebook

El Tribunal de Magistrados de Portsmouth, Hants, fue el encargado de dirimir en el caso. El juez del distrito británico Anne Arnold dijo en la audiencia que la “deshonestidad (de Ridgen) se ha extendido por, al menos, 10 años”.

“Además del impacto que su matrimonio tuvo en la segunda mujer involucrada, en los próximos años un niño tendrá que enterarse de su comportamiento vergonzoso”
, continuó el magistrado.

Ridgen reconoció los hechos y afirmó que cometió “un error”. No obstante, sus palabras no lo salvaron del repudio público por su actitud.