Un juez federal estadounidense le dio la razón a un adolescente transgénero que luchó durante años para usar el baño de los hombres de su escuela secundaria en el estado de Virginia.

“Siento un inmenso alivio, al haber luchado por esto desde que tengo 15 años”, dijo Gavin Grimm, hoy de 18 años, en un comunicado transmitido por la la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, en inglés).

Grimm nació con sexo femenino pero se identifica como varón.

La decisión de la jueza Arenda Wright Allen, anunciada el martes, estimó que el exalumno de la escuela secundaria, graduado el año pasado, podía continuar con la acción judicial en defensa de sus derechos.

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La jueza desestimó la postura de las autoridades del condado de Gloucester que exigían que se abandonara el procedimiento penal y el caso seguirá en manos de la justicia.

La batalla emprendida por Grimm tomó alcance nacional y se convirtió en un símbolo de la lucha por los derechos de las personas transgénero.

El gobierno anterior, encabezado por Barack Obama, había emitido una circular federal pidiendo al sistema público de educación que permitiera a los estudiantes usar los baños y los vestuarios deportivos del género con el que se identifican, y no en función de su sexo de nacimiento.

Pero la administración actual del presidente Donald Trump retiró en marzo de 2017 estas instrucciones. Y la Corte Suprema anuló en ese entonces una decisión del tribunal de Apelaciones favorable a Grimm, por lo que el caso fue remitido nuevamente a las jurisdicciones inferiores.

THANK YOU FOR EVERYTHING #GavinGrimm

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La cuestión de los derechos transgénero no concierne directamente más que a una pequeña parte de la población estadounidense. Sin embargo, adquirió una dimensión mucho más amplia, sobre todo bajo la influencia de los argumentos religiosos o de seguridad.