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Aunque la mayoría de la gente lo califique como “extraño”, existe un gran número de personas que encuentra placer sexual en objetos, situaciones, actividades o individuos que escapan de lo convencional. A estas prácticas se les llama parafilias y pueden ser dañinas cuando uno de los involucrados no está de acuerdo con el acto.

Según un estudio publicado en la revista académica Journal of Sex Research más de la mitad de las personas fantasea con comportamientos sexuales considerados “anómalos” por los estándares psiquiátricos, y una tercera parte de ellos ha logrado hacerlos realidad.

Entre ellos, destacan prácticas sexuales “más aceptadas” por la sociedad como el fetichismo o el sadomasoquismo, como otras que pueden ser totalmente ilegales como el voyeurismo, exhibicionismo o froteurismo. Sin embargo, existen otras conductas que escapan totalmente de los límites y que resultan escalofriantes para cualquier persona: como la consuerofilia.

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La consuerofilia es la práctica en donde un individuo busca placer sexual al coserse la piel. En un principio, este zurce zonas poco dolorosas como la piel superior de las manos y luego avanza a otras partes, cosiendo incluso sus propios genitales.

Lo anterior provoca placer sexual en la persona, quien se introduce a sí mismo la aguja y pasa el hilo por bajo la piel. Con el paso del tiempo, los consuerofílicos se realizan cortes con objeto de coserlos próximamente.

Consuerofilia
Consuerofilia
Consuerofilia
Consuerofilia

Hay que destacar que no es necesaria la participación de otro individuo ni busca hacérselo a otra persona.

Para Diego Riquelme, terapeuta natural fundador del espacio terapéutico Dachen Ayün, esta práctica responde a un problema psicológico, puesto que se hacen daño a sí mismos. “Estas personas padecen una especie de depresión, la que tiene relación con las carencias que han vivido”, opina el experto y explica que es una manera de somatizar la rabia que sienten.

Por su parte, el psicólogo de la Universidad de Concepción Carlos García detalla que la consuerofilia se considera un problema cuando esta impide al afectado realizar su vida con normalidad.

“En el momento que empieza a volverse nociva para la persona, su organismo y se convierte en un impedimento para desarrollar sus actividades diarias y relacionarse con otras personas, se torna en un problema”, explica.

Para el experto, esta parafilia se relaciona directamente con el masoquismo, es decir, sentir placer con el dolor. “Generalmente los masoquistas siempre buscan nuevas formas de experimentar dolor que les cause placer”, relata.

Daños a la piel

Una de las consecuencias más graves de la consuerofilia son los daños que provoca a la piel. “La persona tiende a causarse mutilación en la piel, ya sea con aguja e hilo, o por medio de cortes que luego tiende a coser. Esto posee un gran riesgo de infección por los utensilios usados y el lugar en el que se realiza”, opina Carlos.

Antes de coincidir con lo anterior, el dermatólogo Héctor Fuenzalida señala que hay que considerar que la piel es una barrera cutánea y es un permeable que evita el paso de microorganismos al interior.

Consuerofilia
Consuerofilia

Por lo tanto, cada vez que alguien interviene en este órgano con algún traumatismo (golpe, corte, perforación, etc) se altera esa barrera cutánea. “Especialmente en el caso de la consuerofilia, donde no se tienen los cuidados necesarios (para evitar una infección)”, dice.

Héctor explica que una persona sin los conocimientos médicos necesarios, probablemente no tomará la precaución de esterilidad de la aguja, desinfectar la piel antes y después de coserla, y verificar que los hilos utilizados no son de sutura, los únicos que no producen reacciones de rechazo.

De esta forma, el consuerofílico puede sufrir desde una infección simple, extensa, o hasta celulitis, que es la inflamación de la parte más profunda de la piel. “Lo más grave es que los gérmenes se vayan al torrente sanguíneo y afecten todo el sistema”, destaca.

Respecto al zurcimiento de la piel cercana a la zona genital, anal o bocal, el experto destaca que son las partes más peligrosas, puesto que son bastantes propensas a acumular bacterias y desencadenar una infección grave.

Consuerofilia
Consuerofilia

Finalmente Fuenzalida explica que cada persona tiene una capacidad distinta se cicatrización, y a algunos se les pueden presentar quiloídes o un proceso lento que complique la vida del individuo.

Tratamiento de la consuerofilia

Al tratarse de un problema, los consuerofílicos necesitan un tratamiento para recuperarse aunque, tal como indica el psicólogo, no existe uno específico para ellos.

“Es una expresión de libido sublimada de forma poco convencional; sin embargo, es posible ayudar a la persona a través de psicoterapias con objetos de enseñarle a controlar su libido y orientarle a una expresión menos peligrosa/nociva de este”, detalla.

Respecto a una terapia alternativa, Diego Riquelme opina que “es difícil que alguien que sufra consuerofilia acuda a buscar ayuda, puesto que sienten placer al coserse. No es algo que les desagrade”.

En tanto, Riquelme recomienda ayudar a quienes padecen esta parafilia y acercarse a un espacio terapéutico para recibir ayuda de tratamientos como Flores de Bach y Reiki, como también apoyo psicológico y psiquiátrico.