Trajes violetas fueron la tónica de este miércoles en la investidura del 46° presidente de los Estados Unidos, Joe Biden. La vicepresidenta Kamala Harris y la exprimeras damas Hillary Clinton y Michelle Obama llevaron atuendos de ese color, llamando la atención mundial. ¿Cuál es la razón?

La primera vicepresidenta de la historia de ese país vistió, según La Vanguardia, un diseño de Christopher John Rogers que consistía en una chaqueta hasta los tobillos con una blusa del mismo color.

Clinton, en tanto, vistió un pantalón y blusa violeta, con una bufanda de igual tonalidad. Obama, por su parte, usó un pantalón ancho, un suéter de cuello alto y un abrigo también violeta, aunque más oscuro, firmado por el diseñador Sergio Hudson.

Michelle Obama y Barack Obama. | Drew Angerer/Getty Images/AFP
Hillary Clinton | Rob Carr/Getty Images/AFP

Todas estas señales estarían relacionadas con el Feminismo. Harris se ha mostrado abiertamente partidaria de este movimiento social que busca la igualdad de derechos entre hombres y mujeres.

Asimismo, se trataría de un guiño hacia las primeras mujeres que pudieron votar en el país, en 1920, luego de una serie de manifestaciones y solicitudes.

Por otro lado, se cree que sería un llamado a la unión del país en medio de tiempos convulsionados, puesto que la mezcla entre rojo y azul (republicano y demócrata, respectivamente), da violeta.

Recordemos que el pasado 6 de enero, un grupo de partidarios de Donald Trump, el presidente saliente, llegó hasta el Capitolio para impedir que Mike Pence, exvicepresidente, certificara el triunfo de Biden.

En medio del revuelo, cinco personas resultaron fallecidas y otros 15 policías heridos. Por esa razón, además, Trump enfrenta un juicio político.

En esta ocasión, la ceremonia estuvo marcada por las actuaciones de Lady Gaga, quien entonó el himno nacional; y la cantante Jennifer Lopez, que interpretó This land is your land y aprovechó de gritar una arenga en español, algo que sorprendió en el país de habla inglesa.

Tras el ataque al Capitolio, el Ejército y la Policía no desestimaron medidas de seguridad para prevenir otra falla catastrófica de seguridad.

Debido a esto, así como por las medidas sanitarias en medio de la pandemia de covid-19, el escenario fue muy distinto al de las ceremonias anteriores, y más aún considerando que Donald Trump rompió con todas las tradiciones de cortesía que se han mantenido entre mandatarios salientes y entrantes, tras no reconocer su derrota y no asistir al cambio de mando.