Una revista científica estadounidense dio a conocer un extraño caso ocurrido en ese país hace algunos meses, en el cual un joven ingirió una infusión a base de hongos alucinógenos para curar su depresión. El resultado pudo costarle la vida, ya que los registros mostraron que los organismos crecieron en su cuerpo.

Los datos fueron entregados por la revista Journal of the Academy of Consultation-Liaison Psychiatry, que describió al individuo como un hombre de 30 años que tenía antecedentes de consumo de drogas intravenosas.

A eso se sumaba el padecimiento de un cuadro de trastorno bipolar y una profunda depresión, la cual venía arrastrando desde su adolescencia.

Según detalló el portal Live Science los médicos indicaron que, en su testimonio, el paciente les indicó que había leído estudios que hablaban sobre el potencial de las drogas como hongos alucinógenos y LSD para tratar la depresión.

Es por eso que decidió preparar una infusión de “hongos mágicos”, la cual se inyectó en las venas.

Pixabay (CCO)

Si bien los expertos confirmaron que drogas como el LSD o los hongos alucinógenos han sido ocupados para tratar enfermos psiquiátricos en EEUU, los procesos deben ser acompañados por un profesional. A se suma que son considerados como “experimentales”.

En este caso particular, señalan, el paciente hirvió los hongos psilocibios en agua y filtró la sustancia que resultó de ese proceso a través de un bastoncito de algodón. Tras eso se la inyectó en una de sus venas.

En la publicación se expuso que el resultado no fue el esperado, ya que en los siguientes días el hombre tuvo síntomas como letargo en las funciones corporales, pigmentación amarillenta en la piel, diarrea, náuseas y vómitos donde había sangre.

Debido a eso su familia decidió llevarlo hasta una clínica en la ciudad de Detroit, donde estuvo internado por 22 días, de los cuales ocho estuvo en una Unidad de Cuidados Intensivos.

Luego de somerterlo a exámenes los médicos determinaron que el paciente había desarrollado una infección bacteriana y fúngica (proveniente de hongos) en la sangre, la cual era potencialmente mortal.

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Esto, aseguraron, tenía relación directa con la infusión que se había inyectado en los días anteriores, la cual posibilitó que al interior de su organismo crecieran hongos.

Estos organismos estaban alimentándose de sus órganos internos, generándole insuficiencia y severos problemas en su sistema nervioso.

Luego de determinar eso el hombre fue sometido a un tratamiento intensivo con antibióticos y antimicóticos, el cual permitió que las bacterias en su organismo fueran destruidas, al igual que los hongos.

Luego de ser dado de alta quedó con un tratamiento a base de medicamentos antimicrobianos, que le permitió recuperar las funciones de su cuerpo.