En tiempos de covid-19, los centros de eventos se enfrentaron al cierre de sus puertas de forma indefinida, por lo que muchos tuvieron que reinventarse en medio de la pandemia que aún azota al mundo.

Entre todos los lugares que se cerraron durante marzo, Berghain, el popular club de tecno ubicado en Berlín, famoso su estricta política de ingreso, apagó sus luces para dar fin a las interminables jornadas de fiestas que comenzaban los viernes y se extendían hasta el lunes por la mañana, cuando ya era hora de trabajar.

Al igual que muchos otros lugares se tuvo que reinventar, transformándose en un especial centro de eventos que por primera vez abrió sus puertas de par en par a todos quienes quisieran ingresar, olvidando su política de admitir sólo a quienes -a su juicio- podían ser considerados parte del ambiente del Berghain.

El exclusivo templo del tecno

Conocido como “el mejor lugar del mundo”, Berghain abrió sus puertas en 2004 para ocupar las instalaciones del anterior club Ostgut, que funcionó entre 1998 y 2003. Sus fiestas comenzaban el viernes por la tarde y recién se cerraban el lunes en la mañana, por lo que es normal asistir en “horario de misa” un domingo, a las 11 de la mañana cuando la pista de baile principal está en todo su esplendor, destaca la prestigiosa revista Rolling Stone.

Se emplaza en una vieja central eléctrica en la zona de Friedrichshain, donde sus altas paredes tienen la capacidad de albergar a 1.500 personas, que pueden hacer filas durante horas, con el objetivo de vivir la música tecno y todo lo que puede ofrecer este exclusivo centro alemán.

Además de recibir a grandes exponentes de la electrónica, el club es famoso por su estricta política de ingreso. Puedes encontrar innumerables artículos en internet que te entregan tips para entrar al club, desde “viste sólo de negro, habla alemán, no vayas en grupo y obviamente, deja atrás tu outfit de turista”.

Pero aunque permanezcas en la fila y sigas todos los consejos, nada te asegura el ingreso al templo del tecno. Bien lo sabe Conan O’Brian, el presentador americano que se intentó colar sin éxito al club berlinés un domingo por la mañana, siendo invitado, amablemente, a abandonar el recinto.

Todo dependerá del staff que esté en el ingreso, quienes te evaluarán desde que estás en la fila para acceder al lugar. Una vez en la entrada, los guardias te dejarán pasar o te invitarán a retirarte, momento en el que muchos han descargado su frustración con el personal del lugar, según comenta Vice.

Pese a que muchos son rechazados, como Britney Spears según el New York Post, una famosa que logró ingresar fue la actriz Claire Danes, quien se hospedó en la ciudad mientras filmaba capítulos de la temporada 5 de la serie Homeland.

La actriz asistió a The Ellen Show, donde comentó que “la gente va el viernes y se va el lunes por la mañana directo a trabajar”.

“Todos iban de negro o sin nada, el lugar es enorme” añadió causando la sorpresa de DeGeneres, a quien no le pareció nada agradable la situación.

Según Sven Marquardt, el guardia más conocido del lugar, “Berghain no es un lugar para curiosear, sino para pasarlo bien. Las dos ideas principales del club son la música y la fiesta, y yo debo asegurarme de que quien entra esté ahí porque siente la música y quiere fiesta. Mi responsabilidad es que la noche funcione de la manera más pacífica posible” destacó El Mundo.

La reinvención

Si buscas sus redes sociales, sólo encontrarás una imagen que hace alusión a su política de privacidad indicando que no está permitido sacar fotos o tomar videos.

No obstante, este régimen quedó atrás por un tiempo, al igual que la música tecno que desató las pasiones de quienes lo visitaban. Esto porque el imponente Berghain se reinventó para recibir en sus paredes a una instalación de arte sonora, que permitió a los visitantes disfrutar del templo del tecno de una forma muy diferente.

Una exposición que duró hasta el 2 de agosto, emitía 11 composiciones que en 50 minutos mezclaban ruidos de ciudad, silvidos, crujidos, helicópteros, entro otros, difundidos a través de 24 altavoces ocultos en el Hall Kessel, ubicado detrás de las salas de baile del popular club alemán.

El artista Carsten Seiffarth, creador de la galería “Singuhr Projekte”, que promovió el proyecto mencionó “Escuchas, sientes, puedes cerrar los ojos, también puedes abrirlos, y viajas detrás de los sonidos en la sala”, destacó Infobae.

El aforo del lugar permite 50 personas en el interior del recinto, sin embargo, eso no impidió que en el exterior se formaran (nuevamente) largas filas para traspasar por fin las paredes del centro que, a tantos había cerrado antes sus puertas.

Sin embargo, esta apertura no será la única, ya que sus muros también albergarán la exposición “Studio Berlín”, que a partir del 9 de septiembre expondrá piezas de 85 artistas berlinenses entre los que figuran Wolfgang Tillmans, Sandra Mujinga, Tacita Dean, Christine Sun Kim, Shirin Sabahi y Olafur Eliasson, escribe The Guardian.

La colaboración entre el mundo del arte y el Berghain tiene por objetivo preservar el centro que hasta el momento tiene un futuro incierto, debido a la pandemia.

Los visitantes podrán tener una visita guiada por el lugar para admirar las piezas que se dispondrán en todo el recinto, lo que incluirá la famosa pista de baile, así como también el mítico Panorama Bar. Claro que a diferencia de la experiencia sonora, esta vez vuelven a a ser fieles a su política que impide las fotografías y videos en el lugar.