Tres miembros de la misma familia han sido imputados por un fiscal de Michigan en Estados Unidos por el asesinato de un guardia de seguridad de una tienda durante una disputa sobre el uso de mascarilla facial para entrar en el establecimiento, la que derivó en balacera.

El fiscal del condado de Genessee, David Leyton, informó en un comunicado publicado en su página oficial de Facebook que dos hombres y una mujer, de edades comprendidas entre los 23 y los 45 años, han sido acusados de asesinato en primer grado tras un tiroteo en la tienda Family Dollar en la localidad de Flint, que acabó con la vida de Calvin Munerlyn, de 43 años.

El altercado comenzó cuando el guardia le solicitó a la hija de la sospechosa que se pusiera una máscara facial dentro de la tienda para evitar la expansión del coronavirus.

“El señor Munerlyn simplemente estaba haciendo su trabajo de aplicar la orden de la gobernadora (de Michigan) relacionada con la pandemia de Covid-19 por la seguridad de los empleados de la tienda y los clientes”, dijo el persecutor en la nota.

En ese momento, la acusada inició una discusión con el vigilante, al que gritó y escupió, con lo que el guardia solicitó a la persona que estaba atendiendo en la caja que no los atendiera.

Más tarde, el marido y el hijo de la sospechosa, que son los otros dos imputados, acudieron al local, donde el segundo disparó a la víctima en la cabeza, quien murió más tarde en un hospital.

La gobernadora de Michigan, la demócrata Gretchen Whitmer, ha ordenado que todo el mundo lleve máscaras faciales en lugares públicos cerrados.

Aquello, junto a otras medidas, ha suscitado protestas en este estado en los últimos días, la mayoría de seguidores del presidente Donald Trump, los que exigen la “reapertura” de la economía.