El jueves Disney informó que cerraría sus parques en California, Disneyland, y en París, EuroDisney. A eso ahora se suman sus parques temáticos más grandes y más visitados del mundo, los agrupados en el Walt Disney World Resort, ubicado en Orlando, Florida.

Los cierres, que se extenderán hasta fines de marzo, son como medida preventiva por la pandemia del coronavirus.

El parque Universal Studios, otro importante punto turístico en Florida pero no propiedad de Disney, anunció que también cerrará entre el 14 y 28 de marzo.

Acdemás, esto se suma a otras decisiones similares,como la paralización de su línea de cruceros y la postergación de estrenos como el de Mulán, la esperada adaptación con actores de carne y hueso de la película de animación de 1998 ambientada en China, previsto para dentro de dos semanas.

“Con mucha precaución y en el mejor interés de nuestros clientes y empleados, estamos procediendo al cierre”, dijo un portavoz a la AFP.

El sábado cierra el complejo Disneyland Resort, ubicado en Anaheim y que incluye hoteles y dos parques de atracciones. Fue anunciado luego que el gobernador de California, Gavin Newsom, recomendara la suspensión de cualquier evento que reúna a 250 personas o más.

Newsom celebró que el gigante del entretenimiento “había tomado la decisión correcta”.

Horas después, Disney anunció los cierres de sus complejos en Florida y París, que entrarán en efecto el domingo. Sus hoteles en la zona permanecerán abiertos por ahora.

Magic Kingdom en Florida es el parque más visitado del mundo, con 20,9 millones de usuarios en 2018. Le sigue Disneyland, “el lugar más feliz del mundo”, con 18,7 millones.

Disney ya había cerrado sus parques en Asia. En Tokio, el cierre se extendió hasta principios de abril, mientras que en Shangái se realiza una “reapertura gradual” que comenzó con algunas tiendas y restaurantes.

Cadena de cierres

Estados Unidos registra 1.200 casos positivos de coronavirus y 36 muertes ligadas a esa infección.

Solo en California fue cancelado también festival musical de Coachella y el de cine de Bervely Hills, así como la feria WonderCon debido a este nuevo virus, que solo en el estado ha contagiado a casi 200 personas.

Eventos como la reunión de dueños de salas cines CinemaCon en Las Vegas, el festival SXSW en Texas y el festival de cine de Tribeca en Nueva York también fueron cancelados, lo mismo con el prestigioso circuito teatral de Broadway, que bajará el telón por un mes.

Disney decidió posponer indefinidamente tres estrenos de películas en Estados Unidos: Los nuevos mutantes y Antlers, además de Mulán, que promete ser un éxito de taquilla y podría moverse para finales de año.

La alfombra roja por el preestreno de Mulan, una versión con actores del clásico animado de 1998 basado en la historia de una legendaria guerrera china, se hizo el lunes en Los Ángeles y su llegada a las salas de cine en Estados Unidos estaba prevista para dentro de dos semanas.

Ya había sido suspendida en otros mercados como el chino.

También la novena entrega de Rápidos y furiosos, del estudio Universal, fue pospuesta un año debido al virus.

“No me va a dar”

Disneyland dijo que hasta ahora no se había registrado ningún caso de COVID-19 en sus instalaciones.

Los hoteles en California cerrarán a partir del lunes, para dar tiempo a las personas de salir.

Antes del cierre, tanto Disney como Universal habían dicho que reforzaron sus medidas de limpieza y habilitado estaciones de alcohol en gel.

Pero entre los usuarios de Universal no parecía haber pánico, según testimonios recogidos por la AFP el miércoles.

“No me va a dar, no voy a permitir que entre en mi sistema”, dijo Tom Alley, un turista británico de 34 años. “Me lavé las manos todo el tiempo”, indicó por su parte despreocupada Sandy Sanders, una señora en sus 60, edad que está comprendida en el grupo de mayor riesgo.

Algunos tomaron precauciones como María, una estudiante universitaria de 20 años que llevó guantes desechables y alcohol en gel para limpiarse con frecuencia.

“Uno se da cuenta de la cantidad de cosas que la gente toca cuando prestas atención, ve como tocas cosas y luego la cara”, dijo a la AFP la joven que prefirió no dar su apellido y que procuró no tocar las barras de seguridad de las atracciones y se volteaba y cubría el rostro cuando alguien tosía en la fila.